Actualizado 29/04/2011 14:00

Carlos Carnicero.- El PSOE, amarrado con ETA por el PP

MADRID, 29 Abr. (OTR/PRESS) -

El infinito es un concepto filosófico difícil de precisar aunque tenga gran utilidad política. Me explicaré. El PP ha decidido que no tiene en cuenta la separación de poderes, la lógica democrática ni los principios legales: no quiere que ningún partido o formación de la izquierda abertzale radical pueda estar en las elecciones municipales.

El PP no pide que se demuestre la vinculación con ETA de quienes quiere marginar; sencillamente quiere una ley a la medida de ese infinito legal en el que su voluntad de erosionar al Gobierno y apoderarse de la bandera de la lucha antiterrorista le proporcione los objetivos que pretende.

En esa partida, en donde la irracionalidad es su soporte fundamental, tiene a favor las fobias, legítimas en algunos casos, de una sociedad a la que no le interesan las normas sino solo los resultados. A esta sociedad no le interesa averiguar si el juez Baltasar Garzón prevaricó; unos lo quieren linchar y otros lo quieren santificar para que esté exento de la necesidad de todos los mortales de someterse a la ley.

Ahora el PP pide que se impugnen todas las listas de una coalición Bildu, independientemente de que sus componentes estén limpios, es decir sin vinculación alguna con ETA, Y como el marketing político es tan poderoso y los medios de comunicación conservadores tan extendidos, el PSOE y el Gobierno está prisionero de la posibilidad de ser considerado blando con el terrorismo, a pesar de estar acabando con él.

Esta esquizofrenia política tiene muchos daños colaterales. Una sociedad que la interioriza, es una sociedad enferma; con un padecimiento degenerativo que le conducirá a la exaltación de los populismos y a la pérdida de las referencias éticas y morales.

Estos son los tiempos que nos está tocando vivir. Y si no hacemos nada para rebelarnos de esta servidumbre, el futuro democrático promete ser irrespirable.