Carmen Tomás.- Desde el parqué.- Montados en un tiovivo

MADRID 23 May. (OTR/PRESS) -

Las bolsas han protagonizado una semana de vértigo. El IBEX 35 ha hecho de todo en estos cinco días. Al final, consiguió avanzar un 1 por ciento y superar por poco los 9.400 puntos. Los inversores han estado muy atentos a lo que pasaba en la Unión Europea. Los anuncios de los distintos gobiernos para rebajar sus déficits de las cuentas públicas se han sucedido y también las reuniones para ser más duros con los países que suspendan. En todo caso, uno de los principales argumentos que ha agobiado a los inversores ha sido la decisión de Alemania de prohibir los movimientos a corto de los diez primeros bancos y sobre los seguros de riesgo (CDS) de la deuda soberana. Las bolsas han sufrido vaivenes, pero el euro tampoco se ha quedado atrás. Los movimientos contra la moneda europea común la han llevado a marcar mínimos de cuatros años, aunque en las últimas horas ha logrado remontar hasta los 1,25 dólares.

En España además, se ha mirado con lupa el plan de reducción del déficit anunciado por Zapatero y aprobado finalmente el jueves por el consejo de ministros. Al final y de momento, van a pagar los platos rotos los parados, los pensionistas y los funcionarios. Pero, en general todos pagaremos la irresponsabilidad del presidente del Gobierno, su inacción durante los dos años largos ya de crisis económica. Su falta de visión de Estado se acabará traduciendo en una subida de impuestos. Ya en julio pagaremos todo más caro por el alza de dos puntos en el IVA. De hecho, la mayor parte de las empresas ha confesado que piensa trasladar a los precios la subida. Además, el crecimiento económico se resentirá. No hay que olvidar que una de las grandes partidas que ha sufrido recortes es la de inversión en infraestructuras.

El Gobierno ha sido incapaz de poner cifras encima de la mesa. No sabemos el techo de gasto, ni el impacto de las medidas en el empleo. Y, lo más importante, seguimos sin reformas y sin medidas para aumentar la competitividad, uno de nuestros principales problemas. Nos esperan años duros, esto ya no lo duda nadie. Y la bolsa no estará ajena a lo que ocurra en la economía real. El sentimiento de los inversores es muy negativo. Las dudas sobre muchos países de la eurozona no se disipan.