Carmen Tomás.- Subida histórica del empleo

MADRID 4 Jun. (OTR/PRESS) -

Mayo de 2014 ha resultado ser el de mayor caída del paro de la serie histórica. El martes se hacían públicos los datos de paro registrado en las oficinas de empleo y este descendió en casi 112.000 personas, un 2,3 por ciento, lo que se traduce en un número de desempleados de poco más de 4,5 millones. También ha sido espectacular el número de afiliaciones a la Seguridad Social. Se dieron de alta en mayo 198.320 personas, el mejor dato en mayo desde 1995. La Seguridad Social cuenta en este momento con más de 16.628.000 afiliados. En términos desestacionalizados, el paro se redujo en 26.604 y ya es el décimo mes consecutivo de reducción. Hay que remontarse a 1999 para ver una cadena de bajadas similar. Las mayores bajadas mensuales del paro se sitúan en Madrid, Cataluña y Andalucía y los mayores descensos anuales en estas mismas más la Comunidad Valenciana. Por sectores, el desempleo cae especialmente en los servicios, pero también en la construcción y en la industria y en otros hacia los que también se extiende la buena racha también en creación de empleo. Hasta aquí las frías cifras. En cuanto a la valoración que se puede hacer de los datos, sin ninguna duda se puede asegurar ya que no son mejoras aisladas sino que muestran una tendencia sostenida y claramente que la recuperación económica está en marcha.

Cierto que aún muchas personas no están notando esta mejoría. En este punto hay que recordar que el paro es la última variable en mejorar. Antes, como está sucediendo ya, mejora la confianza de los consumidores y la demanda interna lo que impulsa a las empresas a invertir, producir y crear empleo. Es muy cierto que no hay que bajar la guardia en el sector exterior, el que tira realmente cuando las empresas al no colocar sus productos en el interior, despiden y salen al exterior a buscar mercados. Algo de bajada en las exportaciones hemos visto en los últimos meses. Sin embargo, puede y debe ser algo excepcional. De no ser así quizás no asistiríamos al cambio del modelo productivo que España necesita. Claro que turismo y construcción deben aportar al PIB un porcentaje importante, pero la industria no sólo del automóvil, alimentaria o tecnológica tienen que seguir ocupando espacios para montar una economía que no esté en lo tradicional y permita a España ver el futuro con más garantías de estabilidad.

Los planes anunciados por el presidente del Gbierno el pasado fin de semana van a esa dirección: apuntalar el crecimiento e impulsar la investigación y la innovación. Falta por ver la reforma fiscal y más decisión en la reducción del gasto público. Veremos también lo que dan de sí las actuaciones del BCE si se producen finalmente mañana jueves.