Actualizado 09/06/2008 02:00

Consuelo Sánchez-Vicente.- No ceder y no callar

MADRID 9 Jun. (OTR/PRESS) -

Reconozco que me da una pereza infinita escribir hoy de ETA; pero no hay más remedio. Ante el crimen no se puede callar, y no se debe callar. El atentado del domingo contra las instalaciones del diario 'El Correo' se comenta sólo. Como ha dicho el Delegado del Gobierno en Euskadi, Mikel Cabieces, tratar de "silenciar con bombas la libertad de expresión es una aberración sin límites". Pero desenmascarar a los terroristas sigue siendo necesario para defender a la democracia. En España tenemos prensa libre. Los más mayores de nosotros sabemos lo mucho que ha costado conseguirlo. La respuesta del diario atacado no podía ser otra que la que ha sido, pero para calibrar lo que nos estamos jugando hay que ponerla en valor. Que 'El Correo' estuviera a su hora en manos de sus lectores constituye, como añade Cabieces, "un fenomenal ejemplo de la fortaleza de las ideas frente al silencio al que nos empuja el terror".

Hace mucho tiempo que sabemos que el terrorismo de ETA es un miserable negocio que solo busca perpetuarse a sí mismo. La semana pasada hemos conmemorado el 40 aniversario del primer asesinato de esta mafia. Nadie puede llamarse a engaño: su único futuro es desaparecer por el sumidero de la historia. Algún día, alguna generación de españoles estudiará en los libros de historia esta triste página, junto a tantas otras. No pueden ganar. Y no van a ganar. Pero, mientras exista, no podemos callar sin ceder 'al silencio al que nos empuja el terror'. No solo el terror; ojo: también el cansancio. Yo no creo que hablar de ETA sea "darles publicidad". La función de la prensa democrática es informar de los asuntos relevantes para los ciudadanos; y ETA es el mayor problema de nuestro país. La frustración que nos produce ver como los asesinos se cuelan en la agenda política y en la de los problemas cotidianos es natural, pero hay que convivir con ella. El problema no es hablar de ETA sino de que ETA existe, y volver la cara no va a cambiar la realidad.

La derrota de ETA tiene que ser policial y judicial: como cualquier mafia; pero hay que seguir denunciando sus iniquidades y desenmascarando su impostura, para acercarla.

Consuelo Sánchez-Vicente

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