MADRID 31 Mar. (OTR/PRESS) -
Esto es España: te roban el móvil en Madrid y basta llamar a un teléfono para que lo inutilicen en todo el mundo, compras en China con tu VISA y te cargan automáticamente la factura en tu banco de Socuéllamos, que automáticamente la rechaza si no tienes saldo, y a poco que te descuides con los números rojos te mete automáticamente en la lista universal de morosos. Con un simple pin puedes sacar dinero desde cualquier cajero, ordenar transferencias, o comprar y vender acciones desde cualquier ordenador, dejas de pagar el alquiler y te desahucian, la hipoteca y te embargan, la luz y te la cortan, una multa de Tráfico y te bloquean el sueldo, cuatro perras del IRPF y las alarmas de Hacienda saltan automáticamente y un ejército de inspectores te busca, te encuentra, y te acosa hasta cobrar.
Pero esto también es España: dos jueces distintos condenan a un acreditado pederasta como Santiago del Valle a un total de cuatro años y nueve meses de cárcel por violar a su hija y a una amiguita, y a pesar de que cuando se suponía que del Valle tenía que estar preso salió hasta en la tele reclamando un vivienda digna, la Justicia solo ha caído en la cuenta de que ni siquiera llegó a ingresar en prisión cuando la policía ha vuelto a detenerle por matar, presuntamente, a otra niña, la pequeña Mari Luz. Y para que a este despropósito no le falte de ná, quien va a tener que dilucidar y depurar responsabilidades es el mismo servicio de Inspección del Consejo del Poder Judicial que en noviembre de 2007 detectó de oficio "cierto retraso" en el negociado de ejecuciones de sentencia de uno de esos dos jueces, Rafael Tirado, y le recomendó que las supervisara personalmente... pero no detectó que Del Valle estaba libre, cosa esta que al portavoz del Consejo le parece "normal "ya que los inspectores no revisan caso por caso.
Rectificar lo que haga falta para que algo así no se repita es lo que ha pedido el sensato y admirable padre de Mari Luz, y eso es lo que deberían hacer los políticos y los jueces para que esta vergüenza no se repita. Pero perdernos en el debate de si la solución es agravar las penas me parece un auténtico sin sentido, porque no es la ley lo que ha fallado: ni siquiera se ha cumplido. Averiguar por qué es lo menos que le debemos a la familia de Mari Luz, y que nos debemos como país. Si el fallo es del juez, de la desidia de un juez, como apunta la vicepresidenta de la Vega al hablar de "gravísimo y trágico error judicial", Tirado no debería seguir un día más en su estrado. Pero si lo que ha fallado es el sistema, la falta de medios de la Justicia, como están diciendo prácticamente todos los juristas, no deberíamos tardar ni un minuto en dotarla de cuantos medios humanos y materiales precise para funcionar como Hacienda o los bancos... de una vez.
Consuelo Sánchez-Vicente