MADRID 17 Abr. (OTR/PRESS) -
Si al final esta no es la Legislatura del consenso y el diálogo no será porque falte alguien por pedirlo. En la solemne sesión de apertura de ayer, el Rey Don Juan Carlos ha centrado con claridad cuales deben ser esas prioridades en las que el Gobierno y la oposición deben trabajar juntos. Mientras ETA exista, la primera de esas prioridades solo puede ser la unidad para derrotarla. Como dijo el Rey, "la unidad para acabar con la barbarie terrorista es una obligación de todos los demócratas y un deber con sus familias". El bochornoso espectáculo de la división de los dos grandes partidos de gobierno contra ETA, el PSOE y el PP, ha sido el más penoso y perverso de todos los acuerdos rotos durante el primer gobierno de Zapatero; y la lección a aprender parece obvia: nunca se debería volver a repetir. Es darle oxígeno a ETA y quitárselo a la democracia.
El segundo de los consensos señalados por Don Juan Carlos conecta con la mayor preocupación del momento en miles de hogares españoles: la situación económica. Por mucho que el gobierno quiera quitarle hierro a la crisis y le llame "desaceleración", la realidad es tozuda. Cada día un nuevo mal dato económico se une al suma y sigue de malos datos. Yo creo que el gobierno hace mal en negar lo que todos notamos, y que para que los ciudadanos empiecen a recuperar la confianza en la economía, debería admitir el calado del problema. Pero, también podría ayudar, y mucho, que, como dijo el Rey, "frente a las dificultades debemos reaccionar con diálogo y cohesión social para recuperar el bienestar". Armonizar los intereses en conflicto "de la España plural", y la política Exterior son los otros dos consensos subrayados por Don Juan Carlos. En realidad, que merezcan el nombre de consensos "de Estado", desde mi punto de vista, no hay muchos más. Pero, ya veremos si, además de buenas palabras, el Gobierno y la oposición tienen "voluntad" de rectificar.
Consuelo Sánchez-Vicente.