Actualizado 25/02/2008 01:00

Consuelo Sánchez-Vicente.- ((Sustituye a la anterior por error en clave de envío))

- Debate decisivo, o no

MADRID, 25 Feb. (OTR/PRESS) -

El fichaje estelar del PP, Manuel Pizarro, cuenta que, paseando una tarde por los alrededores de la localidad turolense de Andorra, se quedó tan maravillado al ver como un gran rebaño de ovejas parecía seguir sin esfuerzo alguno a un único pastor que se fue hacía él y le dijo, ¡que buen pastor es usted!, a lo que el hombre, tras corresponder educadamente al elogio con una leve sonrisa, respondió, "ya, pero lo importante es el perro, y que muerda". Yo le tengo un enorme respeto a los animales, o sea, que nadie vea en la comparación que me dispongo a hacer desprecio alguno hacia los políticos, o hacia los votantes, entre los que yo misma me incluyo con sumo gusto cada vez que toca votar; pero repasando los pactos milimétricos sobre quien empieza, quien acaba, de qué hablan y hasta a quien tienen que enfocar cada segundo las cámaras del debate televisivo que van a celebrar esta noche entre Zapatero y Rajoy, me pregunto, ¿creerán que en vez de a ciudadanos con criterio y opinión, tienen que convencer a un rebaño?

La crispación, la bronca, y apelar al voto del miedo a mí me parece una mala técnica para atraer el voto, pero en esa clave ha arrancado la campaña oficial del PSOE y del PP cara a las elecciones del 9 de marzo y amenaza desarrollarse, por lo que vamos sabiendo, el debate de esta noche. La campaña es el momento de las soluciones alternativas creíbles a los problemas reales de la gente; que es lo que los demócratas adultos -porque somos demócratas adultos, no ovejas- esperamos de quienes aspiran a gobernar. Pero, tras la puja, indecente, de la precampaña, lo que ha llegado no son las ideas sino los perros. Como el pastor de Andorra, sobre todo el 'pastor' Zapatero y en menor medida pero también el 'pastor' Rajoy parecen pensar que lo importante para que el rebaño les siga es 'el perro, y que muerda'.

El papel de perro corresponde, en mi opinión, a los estrategas de los partidos. "Si no vas, ellos vuelven", dicen los socialistas evocando las películas hiperviolentas de Tarantino; mientras que, evocándose a sí mismos, los populares han añadido al "España se rompe" que "no resistiría" cuatro años más de Zapatero. Sería una pena que el intercambio de ladridos sustituyese al intercambio de propuestas en el esperadísimo debate de esta noche entre Zapatero y Rajoy; pero sobre todo creo que sería un error. Apelar al voto del miedo tal vez baste para movilizar a los 'convencidos'. Pero a los indecisos no se les convence con ladridos sino con razones, y estas elecciones, según las encuestas, las van a decidir el voto indeciso.

Consuelo Sánchez-Vicente

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