Actualizado 15/01/2007 18:58

Crónica 11-M.- Tres de cada cuatro compañeros de los peritos del ácido bórico censuran sus tesis en un escrito

- Subrayan que "es norma fundamental" que los informes periciales "se basen en hechos científicos" y no "en opiniones personales"

MADRID, 15 Ene. (OTR/PRESS) -

Tres de cada cuatro técnicos de la Unidad de Análisis Científicos de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional censura la actuación de los tres peritos que elaboraron el informe del ácido bórico, en el que se relacionaba ETA y 11-M. Hasta un total de 50 de los 67 técnicos que componen dicha Unidad han firmado un escrito en el que reprueban a sus tres compañeros bajo el título 'Nota de aclaración sobre el tema del ácido bórico' y con el que dejan claro que en la Unidad "es norma fundamental" que los informes periciales "se basen en hechos científicos" y no "en opiniones personales".

El escrito fue remitido a los sindicatos policiales el 29 de diciembre y lo difundió hoy el Sindicato Profesional de Policía (SPP), al que pertenece el número dos de la Policía Científica, Pedro Mélida, imputado por la Audiencia Provincial de Madrid en el caso del ácido bórico.

Los 50 integrantes de la Unidad de Análisis Científicos lamentan "profundamente" en dicho documento que, a raíz de la mediatización de este caso, la opinión pública "tenga la percepción de que en esta Unidad se pueden falsificar informes y que la aplicación de la ciencia es una mera anécdota". Por ello, con la 'Nota de aclaración sobre el tema del ácido bórico' tres de cada cuatro técnicos de esta Unidad consideran necesario hacer ciertas aclaraciones.

"Es norma fundamental de la Unidad Central de Análisis Científicos (recogida en la Ley de Enjuiciamiento Criminal) que los informes periciales se basen en hechos científicos, reproducibles y verificables por otros laboratorios, y nunca en opiniones personales de los peritos firmantes", señala el texto. Además, subraya que "en la Policía Científica se trabaja en equipo, siendo habitual que todos los análisis requeridos para un asunto determinado sean realizados por más de una persona".

SUPERVISIÓN DE LOS INFORMES

"En aquellos casos excepcionales en los que un perito tenga que asumir un informe pericial en el que no ha participado, puede no ser estrictamente necesario que deba repetir toda la analítica", explican los técnicos en referencia a las correcciones realizadas en el informe del ácido bórico por el jefe del Laboratorio Químico-Toxicológico, Francisco José Ramírez. "En ocasiones basta con hacer una valoración de los estudios realizados, asumiéndolos si son adecuados, con resultados consistentes y conclusiones deducidas objetivamente", continúa.

"Pudiera ser factible que se repitieran o se solicitaran estudios adicionales, por no haber sido realizados en su día o para completar resultados", añade la inmensa mayoría de la Unidad de Análisis Científicos. Además, alegan que "está establecido que todos los informes periciales emitidos por la Unidad sean supervisados por los Jefes de Sección de cada laboratorio, al objeto de corregir cualquier tipo de error que impida o dificulte su comprensión por parte de la autoridad judicial correspondiente".

Por último, los miembros de la Unidad de Análisis finalizan reprobando la utilización de los medios que han hecho sus compañeros "dado que, por el tipo de trabajo, el personal destinado en estos laboratorios está involucrado en procesos judiciales en marcha, nunca se han de utilizar los medios de comunicación para exponer ningún dato que pudiera ser de interés o pudiera perjudicar la investigación judicial".

EL CASO DEL ÁCIDO BÓRICO

El 21 de marzo de 2005 Manuel Escribano, Isabel López Cidad y Pedro Manrique elaboraron un borrador en el que se informaba del hallazgo de una determinada cantidad de ácido bórico en el domicilio de Hasan El Haski, procesado por el 11-M. En las conclusiones de ese documento, los tres peritos señalaban que dicha sustancia había sido encontrada en un registro en un piso del 'comando Madrid' de ETA, por lo que aducían que existía "la posibilidad de que el autor/autores de estos hechos estén relacionados entre sí y/o hayan tenido un mismo tipo de formación y/o sean el/los mismo/s autor/es".

El jefe de la Unidad de Análisis, Francisco Ramírez, pidió a uno de los peritos que reelaborase el borrador, al considerar que las conclusiones del mismo se extralimitaban en el análisis objetivo. Al negarse éstos, se reasignó la tarea y remitió su informe el 22 de marzo de 2005 a la Comisaría General de Información. El 11 de julio de 2006, los peritos recuperaron el borrador original del ordenador de uno de ellos y lo firmaron conservando la fecha de su elaboración. Ese fue el documento que poco tiempo después se filtraría a la prensa.

Actualmente, permanecen imputados por la Audiencia Provincial de Madrid Francisco Ramírez, el comisario general de Policía Científica, Miguel Angel Santano, y su número dos Pedro Mélida, por un supuesto delito de falsedad documental. Esta decisión de la juez Gemma Gallego, se contrapone a la que tomó el juez de la Audiencia Provincial Baltasar Garzón, que se inhibió en favor de Gallego y que imputó a los tres peritos por un delito de falsedad en documento público.

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