- Ocho proyectos del Gobierno y diez proposiciones de ley registradas por los grupos parlamentarios se quedan en el cajón parlamentario
MADRID, 7 Ene. (OTR/PRESS) -
Ocho proyectos de ley promovidos por el Gobierno y una decena de proposiciones de ley registradas por los distintos grupos parlamentarios caerán se perderán en el limbo parlamentario cuando el próximo lunes, 14 de enero, eche el Congreso de los Diputados eche el cierre a esta legislatura. Algunos de estos texto ni siquiera fueron tomados en consideración por el pleno de la Cámara, la ley para regular el Fondo de Reserva de la Seguridad Social, aunque otras sí lo hicieron pero su tramitación quedó congelada, es el caso de la Ley Orgánica del Poder Judicial.
Y es que estas 18 propuestas de ley que deja el Parlamento en el cajón en su cierre de legislatura no podrán ser debatidas en las nuevas Cortes Generales que saldrán de las elecciones de marzo a no ser que se presenten de nuevo, puesto que cuando un texto procedente del Ejecutivo o de un grupo parlamentario no se tramita completamente durante una legislatura decae y no puede rescatarse para la siguiente.
Una regla que no afecta a las iniciativas procedentes de los Parlamentos que han llegado al Congreso en esta legislatura ni las iniciativas populares, es decir, las propuestas de ley que se originan en la recogida de firmas de los ciudadanos. Estos textos no se verán afectados por la disolución de las Cortes y podrán iniciar su tramitación cuando se retome la actividad parlamentaria, respetando su orden de llegada a la Cámara Baja.
De los ocho proyectos de ley del Gobierno que quedarán sin tramitar, ni siquiera llegaron a ser tomados en consideración por el Pleno. Es el caso de la ley que buscaba regular el Fondo de Reserva de la Seguridad que preveía, entre otras medidas, la salida a Bolsa de un parte del mismo. Este proyecto, aprobado por el Consejo de Ministros el pasado mes de junio, estaba previsto que se tramitase por el procedimiento de urgencia, pero el rechazo frontal de su reciente aliado del PNV, que anunció una enmienda de totalidad, al igual que el PP, llevó al Gobierno a renunciar a seguir adelante.
Tampoco fueron nunca debatidos por el Pleno el proyecto de ley de general de navegación marítima, otro relativo a la modificación del régimen económico de los puertos de interés general y una ley sobre concurrencia y prelación de créditos en caso de ejecuciones singulares.
Otros proyectos del Ejecutivo sí que iniciaron su tramitación e incluso fueron enmendados, pero al final se quedaron 'congelados' sin llegar a estudiarse en Ponencia por no existir acuerdo entre los grupos parlamentarios. Esto le ocurrió a la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial, una para avanzar en la justicia de proximidad y crear consejos de justicia autonómicos, y a otra iniciativa para reformar el recurso de casación y generalizar la doble instancia penal.
LA REFORMA DEL CÓDIGO PENAL
También se quedará en el tintero la reforma que planteaba una revisión a fondo del Código Penal. Las divergencias entre los distintos grupos impidió que se convocase la Ponencia para su estudio, pero sí hubo acuerdo para aislar en una proposición de ley las relativas al endurecimiento de las sanciones por incumplimiento de normas de tráfico y aprobarlas por separado.
Entre las proposiciones de ley presentadas por los grupos parlamentarios que se quedarán destaca el Estatuto del Periodista Profesional, impulsado por IU-ICV, y un texto para reformar la Ley de Enjuiciamiento Civil con el objetivo de regular los tratamientos nos voluntarios de personas con trastornos psíquicos. En estos dos casos incluso pasaron por el Congreso expertos que durante varios meses ilustraron sobre estos temas a los parlamentarios en un esfuerzo que se ha demostrado totalmente inútil.