- Compran artículos más baratos pero en mayor número que los españoles
MADRID, 7 Nov. (OTR/PRESS) -
Los hogares integrados por inmigrantes gastan menos que los que están formados por españoles, concretamente un 8 por ciento menos. Sin embargo, su contribución representa un tercio del crecimiento actual del consumo en nuestro país. Además, un estudio refleja que los extranjeros compran artículos más baratos que los españoles pero en mayor número, lo que provoca que su factura final en caja sea superior.
Los hogares extranjeros de nuestro país realizan un gasto medio anual de 3.679 euros en productos de gran consumo, un 8% menos que la media de hogares (4.010 euros). Su llegada ha contribuido al crecimiento del sector, que se sitúa actualmente en un 4,5%, y del que los inmigrantes son la causa de una tercera parte de este crecimiento, ya que han aportado un 1,5% adicional sobre el incremento del consumo de los españoles (3,0%). Así se desprende de Inmigrantes, consumidores que suman, el primer estudio que analiza de forma continua a la población extranjera en su rol de consumidor, realizado por TNS Worldpanel.
Según se desprende de este estudio, recogido por Otr/press, su comportamiento de compra presenta ciertas particularidades. Los inmigrantes aprovechan más cada acto de compra, cargando más producto y visitando menos los establecimientos. En su cesta incluyen 32 productos, 2 más que el consumidor medio, que sólo adquiere 30 en cada compra. Por eso, aunque pagan menos por cada producto (1,5 euros vs. 1,6 euros para el consumidor medio), el ticket promedio por día de compra de los hogares extranjeros es superior. Y dado que compran más en cada acto, necesitan hacer la compra con menor frecuencia. Los inmigrantes hacen la compra 79 días al año versus los 83 días que compran el total hogares.
La reducción en el gasto total anual de los hogares inmigrantes frente a los españoles viene derivada de de la partida deficitaria en productos frescos perecederos, en los que su gasto es de hasta 400 euros menos. De media gastan 1.716 euros al año en productos frescos perecederos, frente los 2.111 euros que gastan de media todos los hogares españoles. Mientras estos productos suponen el 55,4% de las compras del total de hogares, éstos son sólo un 49,5% para los extranjeros, en beneficio de la alimentación envasada y bebidas, que pasan a representar un 33,1% del presupuesto en Productos de Gran Consumo (frente el 28,6% que representa en el total hogares). En cambio, su gasto en alimentación envasada, bebidas y productos frescos no perecederos no presenta diferencias frente al total de hogares.
El estudio concluye además que los inmigrantes se adaptan bien a la oferta que encuentran en los establecimientos, aunque mantienen particularidades de consumo derivadas de sus tradiciones y hábitos. Por un lado, cocinan diferente: el consumo de aceite de oliva es mucho inferior entre la población inmigrante, mientras que se dispara comparativamente el consumo de aceite de girasol, la margarina y la nata líquida. En bebidas, buscan sabor: las infusiones, zumos, horchatas y naranjada con gas son los líquidos que más se consumen en comparación con el consumo entre el total de hogares. Purés, aguacates, harinas, arroces y pasta son también algunos de los productos más étnicos y/o tradicionales en los países de origen que más importancia adquieren en nuestro país.
Los inmigrantes son también más impulsivos en sus compras: un 43% de ellos declara ceñirse a la lista de la compra, frente al 49% del total de residentes, lo que refuerza de forma importante el poder de la comunicación en el punto de venta entre el colectivo. Este hecho lo confirma el dato de que el 10% declara que a menudo compra cosas sólo porque las ve en las estanterías de la tienda (con más frecuencia que la media, de la que lo hace un 8%).
MENOR PREDISPOSICION A LA DIETA SALUDABLE Asimismo, los hogares extranjeros tienen una menor predisposición a la búsqueda de elementos saludables en su dieta que el conjunto de los hogares españoles. Aunque al 72% le gusta seguir una dieta sana, y el 68% busca productos "sanos", esta preferencia es superior entre el total de la población. Este hecho se explica por la edad media del colectivo. La búsqueda de la salud está más vinculada a un segmento de la población más senior, segmento con poca fuerza entre la población extranjera, y consecuentemente los ingredientes típicos de la dieta mediterránea (paradigma de la dieta saludable) pierden fuerza en su cesta de la compra. Así, productos como el pescado, el marisco, las legumbres secas o el pan fresco, se consumen en mucha menor medida que entre el total de la población.
Por otra parte, el precio es un factor determinante para optimizar sus elecciones de compra. Entre la población inmigrante, el precio tiene mayor peso en las decisiones de compra que en la media de los españoles. Así, un 24% de los hogares extranjeros opina que el precio es lo más importante a la hora de comprar un producto (frente al 20% del hogar medio). Esta sensibilidad al precio ayuda a la marca de la distribución a posicionarse con fuerza en sus cestas de la compra: los hogares extranjeros destinan 635 euros a estas marcas, frente a los 564 euros de la media en España, lo que supone un 32,4% del presupuesto de los hogares extranjeros, y el 29,5% del total de hogares.
Entre sus enseñas favoritas destacan las tiendas de alto descuento, y las principales enseñas de Hipermercados como Alcampo, Carrefour y Mercadona, también líderes en términos absolutos en aquellas regiones en las que el número de extranjeros es más elevado.