- Se incautaron tres toneladas de hachís y tres kilos de cocaína, cuyo destino era la Costa del Sol y países de la UE
MÁLAGA, 3 Oct. (OTR/PRESS) -
La Guardia Civil ha desarticulado una de las redes internacionales "más importantes" de España dedicada al tráfico de hachis entre la Costa del Sol y distintos países de la Unión Europea. La operación se ha saldado con la detención de 44 personas, mientras que otras 11 fueron imputadas. Además, la Benemérita se incautó de tres toneladas de hachís y tres kilos de cocaína, que, según el Ministerio del Interior, se adquiría en Ceuta y Marruecos y que en el marcado habrían alcanzado los 6 millones de euros.
Los agentes desarrollaron la operación, bautizada como 'Centry-Paris', en Alicante, Málaga, Algeciras (Cádiz), Melilla, Granada y Jaén, donde se arrestó a 34 españoles, 13 marroquíes, cuatro franceses, dos holandeses, un palestino y un gibraltareño, acusados de delitos de asociación ilícita, contra la salud pública, tenencia ilícita de armas, falsificación de documentos públicos, blanqueo de capitales, atentado a agentes de la Autoridad, contra la seguridad del tráfico y robos con violencia. Durante las distintas fases de este operativo, se registraron once domicilios en Melilla y diversas localidades de la provincia de Málaga, donde se encontraban asentados los integrantes de la organización criminal.
Las investigaciones se iniciaron en octubre de 2007 cuando el Equipo Contra el Crimen Organizado (ECO) de la Guardia Civil de Málaga descubrió que una persona de origen magrebí con amplio historial delictivo se había trasladado a la Costa del Sol, ante la presión policial en su residencia habitual, situada en el municipio alicantino de Torrevieja. De este modo, los guardias establecieron un dispositivo de vigilancia que permitió detectar que el individuo mantenía frecuentes contactos con personas relacionadas con el narcotráfico a gran escala. Al parecer, este grupo disponía de una estructura con un núcleo central, encargado de adquirir la droga en Ceuta y Marruecos y organizar los alijos en España, y de tres células independientes entre sí, encargadas de las labores de distribución. Con esta organización evitaban la desarticulación total de la red en el caso de que una de ellas fuera detectada.
Las pesquisas revelaron el "importante" número de miembros del grupo, que tenían misiones diferenciadas y que, a su vez, disponían de una flota de vehículos adaptados con dobles fondos, embarcaciones semirrígidas y motos náuticas. Algunos de los vehículos eran ocupados por parejas y menores para "pasar desapercibidos" ante los efectivos policiales. Además, los investigadores confirmaron que los acusados "iban armados y eran considerados como muy peligrosos".
De acuerdo a su infraestructura, una de las células estaba compuesta por ciudadanos de origen magrebí, que adquirían los estupefacientes en Ceuta y Marruecos, introduciéndolos a través de los vehículos preparados para su transporte o mediante la ingesta de dicha sustancia vía oral. En este aspecto, el jefe controlaba la mercancía, para evitar posibles extravíos y asegurar su recepción en el punto de destino, que solía ser la Costa del Sol y Levante, así como países europeos como Francia o Holanda.
Una vez entregada las sustancias, otra célula, asentada en Málaga y Melilla, se dedicada a la distribución y venta al menudeo. En ella, existía un subgrupo dedicado al tráfico de cocaína, que adquiría a otros proveedores en Málaga. Para el traslado de los estupefacientes y con el fin de pasar desapercibidos por distintos puestos fronterizos, los delincuentes utilizaban vehículos con dobles fondos ocupados por parejas y menores en sus sillitas.
GASTABAN EL DINERO EN LUJOS
Los máximos responsables de la organización, con los beneficios de su actividad ilícita, adquirían importantes propiedades en sus países de origen y también gastaban relevantes sumas de dinero en la Avenue Montaigne de Paris (Francia), donde compraban ropa de diseñadores internacionales, joyas y otros efectos de gran valor. Periódicamente se desplazaban hasta Alemania para adquirir vehículos de alta gama y después enviarlos a sus familias, residentes en Marruecos.
De este modo la Guardia Civil encontró en los registros más de tres toneladas de hachís, tres kilos de cocaína (que en el mercado habrían tenido un valor de 6 millones de euros) y precursores, ocho plantas de marihuana, y 6.873 euros en efectivo, así como 16 vehículos, dos pistolas, munición, dos embarcaciones, cuatro motos de agua, diversa documentación y gran cantidad de material informático y electrónico. Los detenidos han sido puestos a disposición judicial que ha decretado su ingreso en prisión.