- Aunque es visible del 17 de julio al 24 de agosto, en la noche del 12 al 13 de agosto se podrán ver hasta 100 meteoros por hora
MADRID, 10 Ago. (OTR/PRESS) -
Un año más, fiel a su cita, la lluvia de estrellas conocida popularmente como 'Lágrimas de San Lorenzo' adquiere protagonismo nocturno en nuestros cielos veraniegos y se convierte en uno de los fenómenos astronómicos más espectaculares. Las 'Perseidas', su nombre científico, consisten en partículas de polvo que ha dejado en su órbita el cometa "Swift Tuttle" y que, al ser atravesada por nuestro planeta, se precipitan hacia la Tierra hasta desintegrarse al entrar en la atmósfera provocando un llamativo efecto de luz.
Aunque este año son visibles desde el 17 de julio al 24 de agosto, con una o dos estrellas fugaces, alcanzarán su punto álgido este fin de semana, y especialmente en la noche del domingo al lunes próximo, cuando puedan contemplarse hasta cien meteoros por hora sobre el cielo. El fenómeno 'Perseidas' toma su nombre de la constelación de la que parecen proceder las estrellas fugaces al ser vistas desde la Tierra.
LA LUNA NUEVA PROPORCIONA CONDICIONES PERFECTAS DE OBSERVACION
Según datos de la Agencia Espacial Europea (ESA) recogidos por OTR/Press, el mejor momento para la visión de este fenómeno será en las horas previas al amanecer del lunes 13 de agosto. La coincidencia de luna nueva el día 12 de agosto hará que las condiciones de observación sean perfectas.
Incluso si el cielo no está totalmente despejado, podrán observarse con facilidad decenas de meteoros en el cielo de toda Europa. A través de Internet, La ESA mostrará en imáganes el cielo estrellado atravesado por las estrellas fugaces entre las once de la noche del domingo hasta el amanecer siguiente. Este año, como estrella invitada, Marte será visible como un brillante punto rojo hacia el Este, después de la Medianoche.
No será necesario el uso de telescopios o prismáticos para ver en directo la lluvia de estrellas , que puede seguirse a simple vista. Sí se recomienda situarse en una zona oscura y sin contaminación, y a poder ser tumbado. Con un poco de paciencia, las estrellas fughaces aparecerán por todo el cielo y en cualquier dirección.
Esta lluvia de meteoros tiene su origen en el cometa Swift-Tuttle. Aunque el cometa no está cerca de la Tierra, su cola cruza con la órbita terrestre cada año en el mes de agosto. Pequeños fragmentos de polvo del cometa chocan entonces contra la atmósfera terrestre a 212.000 kilómetros por hora. A esta velocidad, incluso el más pequeño fragmento de polvo produce una llamativa estela luminosa al desintegrarse.