- Inicialmente pedía 39 años para los tres imputados, pero el delito de tenencia de explosivos queda absorbido por el de terrorismo
MADRID, 2 Feb. (OTR/PRESS) -
La Fiscalía de la Audiencia Nacional decidió hoy rebajar en diez años su petición de pena para los tres presuntos miembros de ETA Irkus Badillo, Gorka Vidal y Deñat Barrondo, los integrantes de la denominada 'caravana de la muerte'. Esta reducción se debe a que el delito de tenencia y transporte de explosivos queda absorbido por otro con pena más grave, el de terrorismo. Los tres procesados declararon ayer ante la Audiencia Nacional y dos de ellos reconocieron que su intención era atentar en Madrid, mientras que el tercero dijo desconocer los planes de sus compañeros.
La fiscal de la Audiencia Nacional Blanca Rodríguez señala en su nuevo escrito de conclusiones que uno de los dos delitos de terrorismo en grado de tentativa, el que se refiere a la colocación de la furgoneta, se encuentra en "concurso ideal" con otro delito de tenencia y transporte de explosivo. En virtud de esta previsión legal "se pena la fracción más grave en su grado máximo".
Esto supone que este delito de tenencia de explosivos queda "subsumido y absorbido" en el delito de terrorismo en grado de tentativa, por lo que la pena máxima serían diez años de cárcel. La fiscal mantuvo así el delito de pertenencia a organización terrorista, por el que pide diez años y el otro de terrorismo en grado de tentativa, por el que pide nueve años, resultando una pena máxima de 29 años.
Ayer prestaron declaración ante la Audiencia Nacional los tres imputados que fueron detenidos por Guardia Civil el 28 de febrero de 2004 en Cuenca cuando intentaban llegar a Madrid con una furgoneta-bomba cargada con 536 kilos de explosivos. En sus testimonios, Badillo y Vidal reconocieron su pertenencia a ETA e intentaron exculpar al tercer procesado por estos hechos, Beñat Barrondo.
IBAN A ATENTAR EN MADRID
Reconocieron que cuando fueron detenidos su intención de colocar una furgoneta bomba en una zona industrial de Madrid pero señalaron que el tercero de los imputados no sabía nada de eso. "Barrondo no sabía nada de la colocación de la furgoneta", afirmó Vidal que antes explicó que éste había manifestado meses atrás al entonces jefe de "comandos" de ETA Gorka Palacios que quería abandonar la organización terrorista, por lo que desconocía sus planes para atentar en la capital.
También confesaron que incluso antes de planear su acción en Madrid, este comando se planteó atentar en la estación de esquí de Baqueira-Beret, en Lérida. De hecho, Vidal admitió que estuvo recabando información en dicha estación de esquí para cometer un atentado en las navidades, pero que tuvieron que desistir de ello por el fuerte temporal.