Actualizado 15/01/2007 21:00

Crónica ETA.- Zapatero propone un "gran consenso democrático contra el terrorismo" que incorpore a todos los partidos

- Rajoy rechaza cualquier acuerdo fuera del Pacto Antiterrorista y le acusa de haberse dejado "tomar el pelo por un rebaño de asesinos"

MADRID, 15 Ene. (OTR/PRESS) -

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder del PP, Mariano Rajoy, protagonizaron casi dos horas de un agrio y acalorado cuerpo a cuerpo, sin acercamiento alguno de posiciones, en el Pleno extraordinario del Congreso de los Diputados que se celebró hoy. Durante su intervención Zapatero acusó al líder popular de "hipócrita" y "desleal" y propuso un "gran consenso democrático contra el terrorismo" que incorpore a todos los partidos políticos y a las organizaciones sociales más representativas. Rajoy, por su parte, rechazó cualquier tipo de acuerdo que no esté dentro del Pacto Antiterrorista y acusó a Zapatero de haberse dejado "tomar el pelo por un rebaño de asesinos".

El presidente comenzó su intervención con un recuerdo a las víctimas del atentado de Barajas, Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio, y un agradecimiento al pueblo español y especialmente al madrileño. Acto seguido Zapatero reconoció el "claro error" que cometió el pasado 29 de diciembre cuando tan solo un día antes de que ETA rompiera el alto el fuego con la furgoneta-bomba de la T4 afirmó que dentro de un año estaríamos mejor en materia antiterrorista. En su inicio también aprovechó para recordar que fue ETA la que puso fin al alto el fuego y la que ha "frustrado" las esperanzas de paz que "compartían" ciudadanía y Gobierno.

Después Zapatero pasó a señalar las razones que habían llevado al Gobierno a iniciar el proceso de paz, y en este punto recordó que "todos los gobiernos de la historia de la democracia" han intentado "acabar con la violencia a través del diálogo". Señaló que cuando se inició el proceso el Gobierno tenía un alto el fuego permanente, más de tres años sin víctimas y una resolución aprobada por la mayoría del Congreso. "Hice en ese momento lo que pedía la mayoría de los españoles: tratar de aprovechar la oportunidad cierta que se abría tras una declaración de alto el fuego", apuntó.

Recordó que durante el llamado proceso de paz se han mantenido "los ejes fundamentales de la lucha antiterrorista" y aseguró que el Gobierno seguirá aplicándolos en el futuro. Y en este punto comenzaron los reproches directos al PP, al señalar que es "la primera vez en la historia de la democracia" que un presidente del Gobierno tiene que acudir a la Cámara para dar explicaciones tras un atentado de ETA. Una idea que Zapatero repitió en todos los turnos de réplica a Rajoy ya que, a su juicio, este debate solo beneficia a ETA. "Los terroristas están sentados frente al televisor para ver lo que pueden sacar de nuestro debate" afirmó.

UN CONSENSO DE 44 MILLONES

Acto seguido anunció su gran propuesta y el que es el "objetivo prioritario" del Gobierno para el futuro: un "gran consenso democrático contra el terrorismo" al que se sumen "todos los partidos democráticos" de España -no sólo a los grandes- y también, a las "organizaciones sociales y cívicas más representativas de los españoles". El "gran reto es lograr un consenso más amplio, no sólo de 20 millones de votantes, sino de 44 millones de ciudadanos". Además adelantó que convocará una reunión de seguimiento del Pacto Antiterrorista y que el Ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, seguirá con sus contactos bilaterales periódicos.

Rajoy comenzó su intervención con una cita de Confucio ("el hombre que ha cometido un error y no lo corrige comete un error mayor") centró su discurso en un invocación constante del Pacto Antiterrorista, al que se aferró como "única salida", salpicando su intervención con duras críticas a Zapatero. "Estamos ante la historia de un fracaso que no se quiere reconocer", señalo Rajoy al comienzo de su discurso el la que hizo un personal repaso por orden cronológico del proceso. Señaló que tras su "ridículo" del día antes del atentado, la credibilidad de Zapatero está en entredicho y acusó al presidente de no dar la talla. "Le ha tomado el pelo un rebaño de asesinos y el único culpable es usted", espetó.

Entre los "errores" de Zapatero, Rajoy enumeró su "imprudencia", "renunciar a la desaparición de ETA", su "jactancia", "legitimar a los terroristas" y pensar que el terrorismo se resuelve con la negociación. Y es que para el líder del PP en situaciones como esta la premisa es clara: "Si usted no cumple le pondrán bombas y su no hay bombas es porque ha cedido". "Al terrorismo se le sufre o se le derrota", sentenció.

EL "TIEMPO MUERTO" DE ZAPATERO

De cara al futuro apuntó que la táctica de Zapatero es la de "continuar obcecadamente en la misma senda, con el mismo oscuro propósito". "Quiere quedarse quieto y ganar tiempo", señaló para después avisar que "mientras dure este tiempo muerto no debe escandalizarnos que Zapatero contacte con Josu ternera o que los socialistas vascos se reúnan con el entono de ETA".

Tras estas duras críticas, Rajoy señaló que el PP "siempre estará al lado del Gobierno para perseguir a ETA" y de nuevo le instó a que vuelva al Pacto Antiterrorista que PP y PSOE firmaron a finales del 2000 y que Zapatero rompió al promover la resolución parlamentaria de mayo de 2005, y de la que Rajoy pidió su revocación. "Si las cosas se ponen feas, cuando se apaguen las luces de la fiesta y halla que apretar los dientes su único aliado seré yo", concluyó.

En su réplica Zapatero puso el discurso de Rajoy como un alarde de "hipocresía" y "una buena muestra de hasta donde se puede llegar cuando el interés del partido se pone por encima del interés general" y recordó como cuando ETA rompió la tregua del 98 durante el Gobierno de José María Aznar el Ejecutivo popular tuvo "todo el apoyo y toda la lealtad" de la oposición. Además, le quiso recordar que el Pacto Antiterrorista lo propuso "el que ahora es presidente del Gobierno" y que ante su propuesta Rajoy -entonces ministro del Interior- señaló que "se sacaba un conejo de la chistera".

Zapatero insistió en que "a pesar de las múltiples diferencias" el principal objetivo del Gobierno es lograr un "gran acuerdo nacional contra el terrorismo" y que para ello el presidente dio "por zanjada toda la discusión toda la polémica, todas las descalificaciones y todos los insultos que he recibido si eso sirve para que estemos juntos contra el terrorismo y buscando el fin de la violencia". "A eso le invito señor Rajoy", concluyó.

Invitación que no surtió efecto, ya que en los otros dos turnos de réplica y contrarréplica continuaron las descalificaciones, en muchas ocasiones personales, desde uno y otro lado. Zapatero y Rajoy se enrocaron en sus posturas e insistieron en sus argumentos en un debate que, según apuntó en varias ocasiones el presidente del Gobierno, "no beneficia a nada ni a nadie".

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