Actualizado 23/01/2007 23:04

Crónica Gente.- Carolina de Mónaco celebra su 50 cumpleaños en un congreso sobre la infancia

MADRID 23 Ene. (OTR/PRESS) -

Cumpliendo con sus obligaciones como presidenta de la Asociación Mundial de los Amigos de la Infancia (AMADE), así celebró hoy la princesa Carolina de Mónaco su medio siglo de vida. Sin el 'glamour' esperado, la princesa no quiso hacer nada especial en el día de su aniversario y sólo recordó a sus padres durante el acto de esta fundación que su propia madre creó en 1963.

Es la protagnista indiscutible de las revistas de corazón desde que nació. Dicen que vivió acomplejada por la belleza de su madre, la espectacular actriz Grace Kelly, pero a parte de su 'glamour' y belleza, la vida de Carolina es una de las más duras. Algunos la conocen como 'la princesa de los ojos tristes', porque las tragedias y desamores marcan la existencia de una de las mujeres más respetadas en los círculos de la aristocracia y que hoy en día, por fin, ha conseguido llevar la calma a su vida.

Philip Junot, Stefano Casiraghi, Vincent Lindon y su actual marido Ernesto de Hannover, fueron los amores de su vida que estuvo rodeada de rumores de otros muchos romances. Sin embargo, ahora Carolina muestra la madurez propia de su edad y vive entregada a su vida familiar, con sus cuatro hijos -herederos del glamour de su madre- y a sus actividades como primera dama de Mónaco, puesto que ocupó tras la muerte de su madre.

PRESIDENTA DE AMADE

Por eso no quiso desatender sus obligaciones, a pesar de ser un día tan especial -ya que además de su cumpleaños celebraba también su tercer aniversario de boda- y acudía como presidenta de AMADE a la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, en donde pidió que los delitos contra los niños "sean considerados crímenes contra la humanidad", declaraciones que publica '¡Hola!' en su página Web y recogidas en OTR/PRESS.

Con una imagen muy sencilla, la Princesa de Hannover no hizo referencia a su quincuagésimo aniversario, pero sí defendió con ahínco los derechos universales de los niños, como la sanidad y la educación, y la explotación infantil, unos valores de compromiso con la infancia que está intentando inculcar a sus hijos. El mayor, Andrea -y posible heredero del principado- ya acude en representación de su madre a algún acto.

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