- Varios jóvenes encapuchados lanzaron artefactos incendiarios contra la Policía y un banco
ATENAS/MADRID, 8 Mar. (OTR/PRESS) -
Nadie se alzó al grito de 'Sous le pavé, la plage', pero los disturbios que se produjeron hoy ante el Parlamento de Grecia, en Atenas, bien podrían haber sido un pequeño simulacro de aquel lunes sangriento de mayo del 68. Mientras decenas de miles de estudiantes se manifestaban pacíficamente ante la 'ekklesia' helénica, un grupo de jóvenes radicales encapuchados se desmarcó lanzando artefactos incendiarios contra los agentes antidisturbios y atacaron la sede de un banco en los alrededores de la plaz Syntagma, así como varios escaparates. Según las autoridades griegas, los enfrentamientos se saldaron con diez heridos y al menos cinco detenidos.
Los estudiantes y buena parte del profesorado de Grecia desenterraron el hacha de guerra a principios de este curso, cuando el Gobierno anunció su intención de reformar el artículo 16 de la Constitución. Según explicó entonces la ministra de Educación, Marieta Yianaku, la intención del Gobierno no es otra que poner bajo el control del Estado las universidades privadas, pero el Partido Comunista y gran parte de estudiantes y del profesorado creen que esta reforma podría llevar a la progresiva privatización de las universidades griegas.
La manifestación de hoy reunió en la plaza Syntagma, frente al Parlamento heleno, a más de 20.000 estudiantes y profesores, que reivindicaban pacíficamente sus derechos. Sin embargo, en un momento de la protesta un grupo de radicales encapuchados y protegidos con cascos se enfrentaron a los antidisturbios que rodeaban la Tumba del Soldado Desconocido, a los pies del edificio institucional. El grupo de violentos comenzó destruyendo varios escaparates en los aledaños y lanzaron varios artefactos incendiarios contra la sede de un banco situado en la plaza.
Los disturbios fueron 'in crescendo' hasta que los violentos comenzaron a perseguir a los agentes destacados ante el Parlamento y prendieron fuego a una de las garitas de seguridad cercanas al monumento a los caídos en combate. Los antidisturbios utilizaron entonces gases lacrimógenos y cargaron en diversos puntos de la plaza, mientras los radicales respondían con botellas repletas de gasoil y piedras. Durante media hora, la plaza central de Atenas vivió crudos enfrentamientos que dejaron su pavimento repleto de escombros.
Según las autoridades griegas, que habían desplegado en la zona de la manifestación a cerca de 1.000 agentes antidisturbios en previsión de los brotes violentos que se pudieran producir informaron de cinco detenciones y de hasta diez heridos consecuencia de los enfrentamientos con la Policía. Tanto los organizadores como los protestantes condenaron los hechos. "Esta gente está desacreditando el movimiento estudiantil y jugando en manos de aquellos que quieren oprimirlo", consideró Costas Papdopoulos, un profesor de primaria presente en la manifestación.
Ante la falta de acuerdo entre manifestantes y representantes del Gobierno conservador, muchos estudiantes se plantean continuar con estas medidas de presión. "La ocupación de edificios es el último recurso, todo el mundo se está viendo afectado por esto. Es por nuestra educación", alega Vassilis Papageorgas, un estudiante de psicología de 20 años que lleva en las protestas desde el principio, antes de añadir: "algunos estudiantes han perdido el semestre o todo el año, pero es un sacrificio que los estudiantes han elegido hacer".