- Supone una advertencia a las intenciones de EE.UU. de construir un oleoducto y bases militares en antiguas repúblicas soviéticas
TEHERÁN, 16 Oct. (OTR/PRESS) -
Los presidentes de Rusia e Irán, Vladimir Putin y Mahmud Ahmadineyad, concluyeron sus diálogos junto a los otros tres países colindantes del mar Caspio con una advertencia conjunta contra cualquier interferencia extranjera en una región rica en recursos energéticos. Ambos dirigentes se refirieron de forma implícita a los proyectos estadounidenses de construir un oleoducto y de establecer bases en antiguas repúblicas soviéticas para anticipar un hipotético ataque a Irán.
La visita de Putin supuso el primer viaje de un mandatario ruso a Irán desde la Segunda Guerra Mundial, hace más de medio siglo, pese a que las agencias de espionaje rusas le habían informado del elevado riesgo de atentado existente. El viaje se produjo en el marco de una cumbre que implicó también a Turkmenistán, Kazajstán y Azerbaiyán, y en la que tanto el líder de Moscú como el de Teherán coincidieron en oponerse a cualquier injerencia extranjera en los asuntos del mar Caspio, en especial referencia al aprovechamiento de recursos energéticos por parte de otros países, de tal forma que sólo sería posible esta presencia previo acuerdo de los cinco Estados ribereños.
Según Putin, "los proyectos que pueden causar graves daños ambientales en la región no pueden realizarse sin una previa conversación entre las cinco naciones del Caspio". Ahmadineyad agregó a este respecto que "los aspectos relacionados con este mar deben ser arreglados exclusivamente por los países costeros". "El Caspio es un mar interior y sólo pertenece a los Estados del Caspio, por lo tanto sólo ellos están facultados para tener sus embarcaciones y fuerzas militares aquí", precisó el presidente iraní.
Tales afirmaciones se referían, sin nombrarlo de forma directa, a las intenciones de EE.UU. de construir un oleoducto que traslade hidrocarburos de Asia Central y el Caspio hacia Occidente sin precisar del territorio ruso. Además, también supone una advertencia contra la Administración de George W. Bush, que planea utilizar Azerbaiyán como base de una posible acción armada en Irán.
La situación del Caspio, que podría contener la tercera mayor reserva energética del mundo, no ha quedado aclarada desde que la antigua URSS se fragmentase en 1991. Las reclamaciones y tensiones desde entonces se han sucedido, ya que Irán defiende un reparto de los recursos de forma igualitaria entre los cinco países, mientras que Rusia, Azerbaiyán y Kazajstán abogan por una división proporcional a la costa. Esta última situación perjudicaría claramente al régimen de Teherán.
APOYO A IRÁN
Vladimir Putin anunció hoy que la próxima cumbre de esta índole se celebrará el próximo año en Moscú, tras un diálogo calificado de "éxito" por el mandatario ruso. "Es a todas luces evidente que hay deseo de lograr consenso", agregó, al tiempo que consideró posible solucionar todo tipo de problemas en la zona "si se mantiene este ambiente".
Por su parte, Ahmadineyad señaló que "se han alcanzado muy buenos acuerdos en esta cumbre de mandatarios, que supone un punto de inflexión en las relaciones entre estos países vecinos y con vistas a su cooperación conjunta". "Afortunadamente, la cumbre de Teherán se ha desenvuelto en un clima muy amistoso y excelente y los mandatarios de los cinco países han logrado todos los objetivos que tenían previstos en su agenda de trabajos", se congratuló.
Tras las conversaciones, Putin también se refirió en rueda de prensa al espinoso tema del programa nuclear iraní. En este sentido, anunció que Moscú apoyará a Teherán "en su programa nuclear para fines civiles", según informó la agencia de noticias IRNA. De esta forma, respondió a las críticas internacionales referidas a la supuesta aplicación de esta energía a la industria armamentística, situación de la que, según Putin, no se tienen "datos objetivos".