- Las guerrillas de Hezbollah se adueñan de las calles en amplias zonas de Beirut
BEIRUT, 9 May. (OTR/PRESS) -
Tras tres días de conflictos en Líbano entre milicianos de Hezbollah y fieles al Gobierno pro-occidental de Fuad Siniora y al menos 11 fallecidos, Egipto y Arabia Saudí hicieron un llamamiento de urgencia para la celebración de una cumbre árabe para solucionar la situación. Mientras tanto, los guerrilleros de Hezbollah fueron ganando posiciones en la zona musulmana de Beirut, lo que supone un fuerte golpe para el Gobierno.
Los conflictos en Líbano entre fuerzas pro-occidentales y chiíes están alcanzando un tono insostenible. Por ello, tanto Egipto como Arabia Saudí quisieron hacer un llamamiento a la paz, para lo que convocaron hoy a los ministros de Asuntos Exteriores de los países de la Liga Árabe para conseguir llegar a una solución para esta crisis. "El acto está previsto para los próximos dos días", aseguró el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Hossam Zaki.
De esta forma, Arabia Saudí, defensora del Gobierno de Fuad Siniora, pretende poner fin a una situación que dura ya tres días y que comenzó cuando el Gobierno llevó a cabo una serie de decisiones con las que la red de comunicaciones de Hezbollah no salía muy bien parada. Desde ese momento, los milicianos chiíes de Hezbollah declararon la guerra al Gobierno y comenzaron los enfrentamientos, que recuerdan inevitablemente a los combates de la guerra civil que tuvo lugar en Líbano entre 1975 y 1990.
Precisamente hoy, las guerrillas de Hezbollah, que cuentan con el apoyo tanto de Siria como de Irán, avanzaron posiciones en la zona musulmana de Beirut e, incluso llegaron a tomar los medios de comunicación de Saad al-Hariri, el político sunita con más fuerza de Líbano. Además, tomaron las oficinas de las facciones pro-gubernamentales de la parte musulmana de la ciudad.
RESTAURAR LA CALMA
Los episodios de violencia que cada día tiñen las calles de Beirut han dejado al menos 11 fallecidos y 30 heridos. Los coches destruidos y edificios en llamas comienzan a hacerse habituales, junto a las explosiones de granadas y disparos que, como siempre, se acaban cobrando la vida de multitud de inocentes.
Ese fue el caso de una mujer y su hijo de 30 años, que fallecieron cuando intentaban huir de Ras al-Nabae, un distrito mixto chiíta y sunita de Beirut al ser una de las zonas más conflictivas. "Intentaban huir a las montañas y en vez de eso llegaron al hospital, muertos", lamentó una familiar de las víctimas.
Esta espiral de violencia ha provocado que países como Francia o España muestren su preocupación al respecto. Mientras el primero ha desaconsejado viajar al país pero ha descartado cualquier tipo de evacuación de sus ciudadanos, la embajada española en Beirut aseguró que cuentan con un plan de evacuación por si la situación empeora. Esperando que eso no ocurra, el Gobierno español hizo hoy un "llamamiento a todas las partes para restaurar de inmediato la calma y evitar una escalada de violencia", para lo que nuestro país se mostró comprometido "firmemente" tanto con la estabilización como con la reconstrucción del país.