Actualizado 09/01/2007 18:30

Crónica Negligencia.-Hipoteca su casa para salvar su pierna en un hospital privado, aconsejado por la sanidad pública

- El Tribunal Superior de Justicia condena ahora al sistema sanitario a devolverle los 40.000 euros desembolsados para la intervención

MADRID, 9 Ene. (OTR/PRESS) -

Elegir entre perder una pierna o hipotecar su casa fue el dilema al que tuvo que enfrentarse Manuel Villa, de 72 años, después de una negligencia médica que lo llevó a tener que operarse en un centro privado, eso sí, por consejo de la sanidad pública. Ahora, el Tribunal Superior de Justicia condena al sistema sanitario a devolverle los 40.000 euros desembolsados para la intervención, por considerar a la sanidad pública culpable de la situación de la pierna del paciente.

Poco podía imaginarse Manuel que después de haber cotizado "toda la vida" a la Seguridad Social, un accidente fortuito le llevaría a tener que pagar ocho millones de las antiguas pesetas para poder sufragarse una operación en una clínica privada que garantizase que su pierna iba a quedar en el mejor estado posible.

Todo comenzó cuando Manuel sufrió un resbalón en el que se rompe la tibia y el peroné, en 2003. En un primer momento le trasladan a un ambulatorio y después de una pequeña cura, ingresa en el Hospital Doce de Octubre de Madrid. Tras varios días esperando quirófano, el anciano es operado el 6 de mayo. "El cirujano me dijo que la operación había ido bien y que si surgía algún problema, sería sin importancia", recordó. Pero los pronósticos no se cumplieron. A los siete días había que volver a abrir la pierna porque en 12 centímetros de la misma no circulaba la sangre.

A los 20 días, vuelve a entrar en el quirófano, pero la escena se repite y a la semana hay que volver a limpiar la herida. Es entonces cuando el equipo de cirujanos fotografían la pierna de Manuel y le recomiendan que lleve las imágenes a otro especialista privado para que éste le diga cuánto se puede salvar de su pierna, tras lo cual dan a Manuel el alta por premura. Posteriormente, en el centro privado consideran que existen posibilidades de salvación del 80 por ciento, y con el respaldo de su familia e hipotecando su casa, se somete a una nueva operación.

CUATRO AÑOS DE CALVARIO

Tras casi cuatro años de calvario, y tras una denuncia a la sanidad pública por negligencia, Manuel dice que sin su familia "no lo hubiera conseguido", porque gracias a la insistencia de sus integrantes logró que le dieran el "alta por premura" en el Doce de Octubre, con la que, en cierto modo, el centro reconoce que no puede operar al paciente y se tiene que marchar, una de las bazas con las que Manuel contó en su demanda contra el sistema público sanitario.

Finalmente el Tribunal Superior de Justicia condenó a la Seguridad Social a pagar los 41.183,51 euros que desembolsó Manuel para cubrir la intervención y por los que tuvo que hipotecar su casa, pues no disponía de crédito para ello. "Tuvimos que pedir un préstamo para hacer frente al pago de la operación", explica Manuel, que tras la intervención ahora hace, prácticamente, vida normal.

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