- De 30.000 casos de enfermedades laborales en 2005, el 87,3% fueron trastornos musculoesqueléticos
MADRID, 20 Mar. (OTR/PRESS) -
El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, dependiente del Ministerio de Trabajo, ha elaborado un informe que cifra en 30.000 las enfermedades profesionales surgidas en 2005, lo que representa un atasa de 200 casos por cada 100.000 trabajadores. La mayoría de estas enfermedades, un 87,3%, son osteomusculares o lo que es lo mismo, musculoesqueléticas. Por actividades, el porcentaje es incluso superior en el comercio o en la extracción y aglomeración de carbón, alcanzando en ambos casos el 95%. Respecto a los accidentes laborales, el estudio afirma que hubo 900.000 sucesos de este tipo en 2005.
Doscientos de cada cien mil trabajadores sufren una enfermedad profesional. La proporción, en el caso de accidentes laborales, se eleva hasta 6.000 por cada 100.000. El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT), organismo dependiente del Ministerio de Trabajo ha elaborado un informe en el que analiza la salud laboral de los españoles en 2005.
Como resumen, se puede decir que en ese año aparecieron 30.000 nuevas enfermedades profesionales, de las que el 87,3% correponden a trastornos musculoesqueléticos. Especial incidencia tiene este tipo de mal en dos sectores de actividad completamente opuestos: el comercio y la extracción de carbón. En ambas ramas, el 95% de los trastornos profesionales derivan de males de músculos o huesos. Por detrás de los dependientes y los mineros se sitúan los trabajadores no cualificados de los servicios, los cualificados de construcción, los cualificados de artes gráficas, textil y confección, los operadores de instalaciones y maquinaria, montadores y conductores, y los peones de agricultura, pesca y minería.
MOVIMIENTOS REPETITIVOS
La mayoría de los trastornos musculoesqueléticos, un 85%, corrsponden a enfermedades derivadas de la irritación de la membrana que cubre los tendones, lo que en Medicina se conoce como fatiga de vainas tendinosas. Este mal afecta al engranaje del cuerpo humano en zonas vulnerables como codos, hombros o muñecas, y suele responder a la excesiva repetición de los mismos movimientos, requieran o no grandes esfuerzos.
Por detrás de las enfermedades tendinosas, estarían a gran distancia la parálisis de los nervios de presión y la lesión de menisco, con un 10% y un 0,9% de incidencia, respectivamente. Los dolores en nervios de presión suelen darse especialmente en trabajos que implican realizar acciones repetidas con carga. En el caso de las lesiones de menisco, afectan sobre todo a trabajadores que llevan a cabo tareas subterráneas.
Con porcentajes residuales, se dan otro tipo de enfermedades al margen de las osteomusculares. Las enfermedades de la piel alcanzaron la cifra de 1.989 durante 2005, las hipoacusias por ruido crecen ligeramente hasta los 577 casos, y el asma descendió y afectó a 232 trabajadores. Otros males con aún menos incidencia son la brucelosis, la silicosis y la hepatitis.