Actualizado 23/09/2008 22:19

Crónica Telecos.- Bruselas propone rebajar por ley un 60 por ciento el precio de los SMS desde el extranjero

- Actualmente, enviar un mensaje de texto desde el extranjero cuesta diez veces más que si se hace en el propio país

BRUSELAS, 23 Sep. (OTR/PRESS) -

Enviar un SMS resulta una forma barata de comunicación por móvil, pero ya no lo es tanto --nada menos que diez veces más caro-- si el mensaje de texto se envía desde el extranjero al país de residencia del destinatario. Para acabar con lo que se considera una estafa, la Comisión Europea propone rebajar por ley en un 60 por ciento los precios de estos servicios cuando se utilicen desde el extranjero, de forma que frente a un promedio actual de 29 céntimos por mensaje, no se pueda cobrara más de 11.

La Comisión Europea presentó hoy una norma para rebajar hasta un 60% el precio de los mensajes de texto (SMS) enviados desde el extranjero por considerar que las tarifas actuales son demasiado altas y que los consumidores están siendo estafados. Si los Veintisiete y la Eurocámara aprueban la propuesta, a partir del 1 de julio de 2009 los ciudadanos comunitarios que viajen a otros países de la UE pagarán un máximo de 11 céntimos de euro por SMS, frente a la media comunitaria actual de 29 céntimos.

Los SMS enviados desde el extranjero cuestan 10 veces más que los que se mandan dentro de un mismo Estado miembro. El coste medio de un mensaje de texto en itinerancia en la UE se sitúa en 29 céntimos de euro, pero puede alcanzar los 75 céntimos para los viajeros procedentes de Bélgica. Estas tarifas no han bajado durante el último año. En España, el coste medio de un SMS enviado desde el extranjero supera los 40 céntimos, lo que le sitúa, junto con Alemania, Bélgica, Países Bajos y Portugal, a la cabeza de los Estados miembros más caros, según los datos de Bruselas.

"Estos precios no tienen ninguna relación con el coste real para el operador. El coste subyacente para un SMS es menos de un céntimo", dijo la comisaria de Sociedad de la Información, Vivianne Reding.

Ante esta situación, el Ejecutivo comunitario considera que la única salida es regular los precios imponiendo un tope máximo tanto para las tarifas mayoristas como para las minoristas. Las operadoras no podrán cobrarse unas a otras más de 0,4 céntimos por mensaje de texto, mientras que para los clientes finales la tarifa máxima será de 11 céntimos. Estas cifras se han fijado tras una evaluación de impacto y tras consultar con los reguladores nacionales y el Ejecutivo comunitario espera que las operadoras sigan compitiendo por debajo de estos umbrales.

La Unión Europea ya aprobó el año pasado un reglamento que impuso un límite al precio del uso del móvil en el extranjero. La norma se aplica únicamente a las llamadas de voz y no a los mensajes de texto ni a la transmisión de datos, pero el Ejecutivo comunitario ya advirtió a los operadores de que, si no reducían voluntariamente las tarifas antes del 1 de julio, actuaría por ley.

Un año después, Bruselas considera que la industria ha desoído este llamamiento para rebajar los precios. "Esta industria era un polo de innovación y ahora parece haber desarrollado una mentalidad de búnker", lamentó Viviane Reding.

TARIFAS MAYORISTAS

El Ejecutivo comunitario quiere también imponer un tope de 1 euro por mega a las tarifas mayoristas (las que se cargan entre sí las operadoras) de transmisión de datos y uso de Internet en itinerancia. En este caso, Bruselas evita fijar un precio máximo para los clientes finales y aboga únicamente por aumentar la transparencia. Para ello, se obligará a las operadoras a enviar un mensaje automático a los usuarios con las tarifas de itinerancia de datos del país al que hayan viajado. Además, desde el verano de 2010, cada usuario deberá poder fijar un límite de gasto a partir del cual se corte el servicio para atajar "los sustos de las facturas exorbitantes".

La Comisión desea también prorrogar tres años los topes que ya se aplican al precio de las llamadas de voz en el extranjero, que en principio tendrían que expirar en 2010. Los límites bajarán 3 céntimos cada año, de manera que en julio de 2012 la tarifa máxima para las llamadas realizadas en itinerancia caerá hasta 34 céntimos por minuto y para las recibidas hasta 10 céntimos (frente a 46 céntimos y 20 céntimos en la actualidad, respectivamente).

Además, Bruselas obligará a las compañías telefónicas a facturar por segundos y no por minutos. Hoy en día, los usuarios pagan un 24% más de los minutos utilizados al hacer llamadas y un 19% más en el caso de las llamadas recibidas.

La comisaria responsable de Protección de los Consumidores, Meglena Kuneva, justificó la necesidad de prorrogar los topes para las llamadas de voz alegando que, aunque los precios han caído el 60%, la mayoría de las compañías han situado su tarifa muy cerca del límite máximo y "no hay competencia sostenible" en este mercado.

Contenido patrocinado