Actualizado 24/01/2007 19:17

Crónica Tráfico.- La DGT podría prohibir el manejo de navegadores cuando el vehículo está en movimiento

- Pere Navarro juzga que la sociedad es madura para que sea suficiente advertir del "grave riesgo" de distracción

SANTIAGO DE COMPOSTELA/MADRID, 24 Ene. (OTR/PRESS) -

Hace sólo unas semanas, el Instituto Mapfre advertía del incremento del riesgo de accidente de tráfico debido a la distracción por la operación de navegadores mientras se circula. La denuncia no parece haber pasado desapercibida pra la DGT, cuyo responsable, Pere Navarro, advirtió hoy de que si no se asume esta consideración, la DGT podría llegar a prohibir la operación de estos aparatos cuando el vehí culo esté en movimiento. Pere Navarro juzga, no obstante, que será suficiente con una recomendación, ya que la sociedad es madura para que sea suficiente advertir del "grave riesgo" de distracción y, por tanto de accidente.

Tras participar hoy en un acto en Santiago de Compostela, el director general de Tráfico adelantó hoy que la DGT se plantearía prohibir la manipulación del navegador con el automóvil en marcha si los conductores no atienden su recomendación de que su uso durante la conducción supone "un grave riesgo". Pere Navarro indicó que la DGT "recomienda que la manipulación, la programación y la reprogramación" del navegador se efectúe "con el automóvil parado", porque en "marcha es peligroso".

Aun así, no quiso confirmar que se prohibirá, al igual que se hizo con el uso del teléfono móvil, porque considera que "la sociedad ya es madura" y éste "es un tema de sentido común, ya que es una distracción evidente, con lo cual recomendándolo debería ser suficiente para que la gente lo entendiese". Navarro reconoció que el navegador "tiene una utilidad excepcional", sobre todo en lugares que no se conocen, y ayuda en la medida en que avisa de los radares, pero añadió que "también es una distracción".

Preguntado sobre si se hará lo mismo que con el móvil -prohibir su uso al volante- dijo que "probablemente, algún día", pues la DGT está "detectando manipulaciones del navegador en marcha". No obstante, insistió en que "en este momento es un tema tan evidente y de sentido común que explicándolo la gente lo entenderá, pero si nadie hace caso y se constata que es un grave problema habrá que plantearse lo mismo que con los móviles". "Si el teléfono móvil no lo puedes usar con las manos, no deberías poder programar el navegador con las manos. Pero tampoco queremos prohibir, prohibir y prohibir", concluyó.

DISTRAE TANTO COMO EL MOVIL

El uso de los navegadores se está extendiendo y buena prueba de ello es que en 2006 se vendieron en España 200.000 vehículos con este sistema instalado de fábrica y cerca de un millón de los portátiles. Sin embargo, los GPS suponen un plus de peligrosidad ya que pueden distraer tanto como los teléfonos móviles, según concluye un estudio del Instituto de Seguridad Vial de Mapfre, presentado hace unas semanas.

Este trabajo indica que cuando el navegador da una orden de voz, se produce un momento crítico, ya que el conductor "desconecta" de la circulación para prestar toda su atención al dispositivo. Si las instrucciones son confusas, el conductor tiende a disminuir notablemente y de forma involuntaria la velocidad; y si se siente perdido y busca auxilio en el navegador, disminuye notablemente la percepción de la señalización.

El informe señala además que momentos de duda a la hora de seguir un itinerario provocan reacciones espontáneas que crean situaciones peligrosas para el resto de usuarios de la vía: frenazos, maniobras bruscas, giros inesperados, etc. Otro peligro resulta de recalcular la ruta para buscar un itinerario alternativo, ya que ello provoca que el conductor circule más lento e indeciso de forma involuntaria.

El Instituto Mapfre recuerda que nunca se debe manipular el navegador durante la conducción. Los navegadores recomendados son aquellos que reproducen la información de la pantalla principal en otra secundaria en el tablero de instrumentos, de tal forma que el conductor percibe la indicación por voz y luego sólo tiene que mirar hacia abajo y ver un pictograma que mediante flechas le indica la dirección correcta, no debiendo desviar la vista hacia la pantalla principal, generalmente colocada en el centro del tablero, y leer todo el mapa.

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