- Bush recomienda a Ankara evitar la operación transfronteriza y perseverar en el "diálogo"
ANKARA/PARÍS/WASHINGTON, 17 Oct. (OTR/PRESS) -
Sin sorpresas, el Parlamento turco aprobó por amplia mayoría la autorización para iniciar una hipotética incursión militar en Irak, con el objetivo de contrarrestar a los guerrilleros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Previamente, el Ejecutivo de Irak había movilizado en una ofensiva diplomática hasta a su presidente, Jalal Talabani, para evitar las intenciones turcas, criticadas hoy desde Washington. Y es que el presidente de EE.UU., George W. Bush, recomendó a Ankara apostar por el "diálogo" y rechazar el envío de soldados.
Frente a los 507 parlamentarios turcos que votaron a favor de dar luz verde al Gobierno, tan sólo 19 opinaron en contra de la medida, que faculta a Turquía durante un año para iniciar una incursión militar en Irak. La autorización anunciada llegó después de una intensa ofensiva del Ejecutivo de Bagdad que trató hasta última hora de impedir esta votación y, ahora, tratará de que este permiso no se lleve a la práctica.
En este sentido, el presidente iraquí, Yalal Talabani, reclamó desde París la necesidad de que el PKK frene su "lucha" y ponga fin a su "actividad militar", puesto que daña la estabilidad del Kurdistán y los "esfuerzos democratizadores" de Turquía. Talabani confió en que el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, se sirva de su "sabiduría" para no dar la orden al Ejército, una situación que el propio dirigente de Turquía subrayó que no tendría por qué darse necesariamente, pese a que el Parlamento así lo autorizase.
El primer ministro iraquí, Nuri al-Maliki, telefoneó en la mañana de hoy a su homólogo del norte, minutos antes de que comenzase la sesión plenaria. Al-Maliki pidió a Erdogan "otro oportunidad", argumentando que ya le había dado orden al Gobierno semiautónomo del norte de Irak de poner freno al PKK. Por su parte, el vicepresidente de Irak, Tariq al-Hashimi, abandonó Turquía tras un día de visita que parece haber dejado tras de sí un "nuevo clima" entre ambos países. O al menos así lo aseguró Al-Hashimi, quien dijo haber logrado "lo que esperaba de estas conversaciones", reclamando al igual que sus compañeros una "oportunidad" para Bagdad.
APOYOS Y CRÍTICAS
El presidente de EE.UU., George W. Bush, reiteró en rueda de prensa la postura generalizada en el extranjero y recomendó a Ankara no lanzar la ofensiva. Para Bush, a Turquía no le interesaría "enviar tropas" a su país vecino. "Ya tienen tropas instaladas en Irak", señaló, tildando de "positivo" el diálogo establecido entre ambos Estados para evitar la acción.
Como gesto hacia Erdogan, Bush se refirió también a la condena del genocidio armenio, que se encuentra a la espera de la decisión del Pleno del Congreso, y a sus posibles consecuencias. Así, hizo un llamamiento a la mayoría conservadora para que eviten enfadar a Turquía y traer al presente "el recuerdo del Imperio Otomano", en relación a la masacre en 1915 de alrededor de 1,5 millones de armenios.
Ante las críticas de la comunidad internacional en general, Siria salió en defensa de Turquía asegurando que este país tiene "legítimo derecho" a lanzar la ofensiva anunciada para combatir al PKK. "Entendemos que esta operación tendría como objetivo a un grupo determinado que están atacando a los turcos", subrayó el presidente sirio, Bashar Assad, quien achacó a los países que "han invadido Irak" el recrudecimiento de los ataques terroristas en el Kurdistán. En este sentido, "apoyamos las decisiones que tome Turquía respecto a este asunto".