- El líder opositor se convertirá en primer ministro
HARARE/BRUSELAS, 15 Sep. (OTR/PRESS) -
El acuerdo político en Zimbabwe recibió hoy rúbricas por parte del presidente del país, Robert Mugabe, el líder de la oposición, Morgan Tsvangirai, y el representante de una facción escindida de este partido, Arthur Mutambara. En virtud de este histórico pacto, Mugabe cederá por primera vez alguna de sus competencias y Tsvangirai, del MDC, se convertirá en jefe del Ejecutivo y presidirá el Consejo de Ministros que supervisará el Gabinete, que seguirá encabezado por el presidente. Desde la UE, se aplaudió esta firma y se reclamó el fin definitivo de la violencia y la persecución contra la oposición.
El pacto fue acordado hace varias semanas, pero hasta hoy no recibió la confirmación por parte de los tres principales políticos implicados. Con sendas firmas y un esperanzador apretón de manos, Mugabe, Tsvangirai y Mutambara sellaron el comienzo de una nueva etapa en el país africano y el aparente fin de la crisis política iniciada a finales de junio, cuando se celebró la segunda vuelta de las presidenciales con la única presencia de Mugabe.
Tsvangirai destacó, tras la firma, que ahora se abre una senda para "trabajar juntos" de cara a resolver los "problemas a los que se enfrenta el país", según informaciones de 'Al Jazeera' recogidas por otr/press. Por su parte, Mugabe volvió a recriminar las injerencias externas en la crisis y, sin referirse a ningún Estado en particular, recordó que "los problemas africanos deben resolverlos los africanos". Así, se declaró "aliado" del líder opositor y se mostró "comprometido" por lo acordado.
El sempiterno jefe de Estado, en el poder desde 1980, cede parte de sus competencias a su principal rival y ganador de la primera vuelta electoral. De esta forma, el líder del MDC ejercerá de primer ministro y presidente del Consejo de Ministros, aunque Mugabe seguirá ostentando la presidencia del país y del Gabinete. En el Parlamento, las fuerzas quedan repartidas mayoritariamente para el partido de Mugabe, el ZANU-PF, que con 15 escaños sobresale frente a los 13 del MDC y los tres de su facción separada.
Quedan por repartir los ministerios, entre los que ya no se encuentra el de Seguridad, donde el de Justicia ha quedado dividido en dos y aparece un nuevo departamento de Prisiones. El MDC aspira a liderar Interior, uno de los de Justicia, o el de Información y Finanzas, para acudir al rescate de la debilitada economía nacional, duramente castigada por una inflación de hasta 11 millones por ciento. A cambio, podría ceder, entre otros, Defensa. Además, el pacto recoge la creación de un consejo de seguridad nacional sustituto del mando que supuestamente orquestó la presión contra la oposición y sus simpatizantes.
ESPERANZA
En el exterior, también se comparte el optimismo zimbabwense. El histórico pacto pretende dejar paso a una época de estabilidad económica y política, aunque desde la UE ya se ha advertido de que permanecerán atentos a los avances día tras día. El alto representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Javier Solana, explicó en este sentido que "todavía no está claro el resultado de dicho acuerdo", en declaraciones a su llegada al Consejo en Bruselas.
Por su parte, el comisario de Desarrollo y Ayuda Humanitaria, Louis Michel, indicó que el propio Tsvangirai se encuentra "satisfecho" por el texto firmado. En cualquier caso, advirtió, "es prematuro decir lo que pasará en el futuro", si bien los Veintisiete continuarán aportando ayuda humanitaria al pueblo zimbabwense.