Alianza de intereses

Europa Press Sociedad
Actualizado: martes, 15 enero 2008 19:11

La celebración en Madrid en fechas preelectorales de una mini cumbre centrada en la llamada "Alianza de civilizaciones" no puede ser fruto de la casualidad. Los gobiernos y los partidos manejan sus agendas con criterios de oportunidad política.

Está claro cuál ha sido y sigue siendo el interés de Rodríguez Zapatero al plantear con aparente ingenuidad la idea de una la alianza entre mundos opuestos: países democráticos con con países regidos por dictaduras más o menos disimuladas, conecta con el núcleo de pensamiento del movimiento pacifista; con el ideario de quienes -quizá por falta de información- pero animados de la mejor de las voluntades confunden sus deseos con la realidad y eso les lleva a proclamar que todo el mundo es bueno... o merece ser tratado como tal.

Ya digo que una iniciativa de este tipo tiene su público, que suele ser joven y que en España, en éstos tiempos en los que las encuestas hablan de empate técnico, puede significar un caudal de votos nada desdeñable.

Por eso creo que la fecha elegida para celebrar la mini cumbre tuvo en cuenta que esta semana serían disueltas la Cortes y convocadas las elecciones para el próximo día 9 de marzo. Una cumbre de esta naturaleza tiene asegurada una cobertura mediática importante y con ello contaban los estrategas del PSOE para sumar aportaciones a la campaña de su candidato a la Presidencia del Gobierno.

Aunque al final la cosa se va a quedar en menos porque con excepción de Recip Tayyip Erdogan, el primer ministro turco, el resto de los participantes de la cumbre es de menor relieve. Erdogan, por cierto, ha venido a Madrid a lo que ha venido: a decir que Turquía debería integrarse en la Unión Europea pese a la oposición de Francia y las reticencias de Alemania.

A Zapatero le parece bien pese a que Turquía es un país que tiene un régimen que no es exactamente una democracia porque allí, más que el Tribunal Constitucional, es el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas quien vigila para que partidos como el islamista que lidera el mencionado Erdogan, no intenten desnaturalizar el carácter laico de la República de Turquía.

Como digo, aquí cada uno va a lo suyo y la contradicción que supone postular una alianza de civilizaciones -alianza entre países democráticos con otros que no los son-, no parece preocupar a los protagonistas de esta mini cumbre ideada para mayor gloria televisiva del ciudadano Rodríguez Zapatero.

Fermín Bocos.

Contenido patrocinado