Álvaro Uribe, presidente de Colombia, se toma en serio las bravatas de Hugo Chávez porque sabe que -más allá de los excesos verbales a los que tan dado es el presidente venezolano-, tiene serios problemas en su país, razón por la cual, podría caer en la tentación de crear un conflicto fuera de casa para tapar los de dentro.
La muerte en territorio ecuatoriano de Reyes, el jefe político de las FARC -a resultas de una operación del Ejército colombiano- sirve argumentos a las partes en conflicto. Omitiendo que los narcoterroristas tenían su refugio en Ecuador, el Gobierno de Quito (Correa), protesta ante Colombia por la invasión de su territorio y Chávez -aliado estratégico de las FARC-, amenaza con enviar tropas a la frontera del Sur.
Que los fusileros de las FARC encuentran refugio en Venezuela es un secreto a voces en la región. Pese a ello, el presidente Uribe no ha querido tensar las cuerda de las relaciones con Caracas. Cuando hace un mes estuvo en Madrid, le preguntamos por el apoyo de Chávez a la narcoguerrilla y sí Colombia tenía intención de romper relaciones con Venezuela.
"Mire, cuando uno está en el centro del ruedo con el toro delante, no debe distraerse con las cosas que se dicen desde el tendido porque lo empitona el toro". Así de templado hablaba Uribe en Madrid. Creo que al Chávez histriónico que ha bajado al ruedo, intentará torearlo con la muleta y sin achantarse. Uribe habla bajito pero es de dureza once; se toma en serio las amenazas de Chávez, pero no se arruga.
Fermín Bocos