José Luis Gómez.- A vueltas con España.- Todo abierto en Cataluña

MADRID 22 Oct. (OTR/PRESS) -

La izquierda catalana ha cerrado filas y afronta sus elecciones sin querer cruzarse con CiU ni, menos aún, con el PP, del que, por cierto, ahora sabemos que pudo haber desaparecido en Cataluña para integrarse en la coalición nacionalista, al estilo de UPN en Navarra. Estos nacionalistas que ahora destruyen España no parece que fuesen tan malos en 2003 cuando Mariano Rajoy le ofreció esa opción a Artur Mas, que la rechazó. Ni siquiera esos terribles separatistas gallegos del BNG eran tan malos en el verano de 2005 cuando Esperanza Aguirre le propuso a Mariano Rajoy que ofreciese la presidencia de la Xunta a Anxo Quintana (BNG) para dejar fuera del gobierno gallego al PSOE de Pérez Touriño.

Por mucho 11-M y mucho Estatut que centren los debates políticos en España, al final siguen existiendo la izquierda y la derecha, que sólo tienden a mezclarse -como en la Alemania de Merkel- cuando no hay otra salida. Viendo el debate de los cinco candidatos de Cataluña, todo parece indicar que un pacto socialconvergente, entre PSC y CiU, se producirá únicamente si no hay otra opción matemática para asegurar la gobernabilidad, dado el rechazo de CiU al PP. Y es que, a pesar de todos los pesares, que son muchos, los partidos del tripartito de izquierdas se defienden unidos en esta apasionante campaña electoral de unos comicios tan abiertos.

Siendo cierto que, salvo el PP, todos juegan al mismo tiempo a ver quién es más catalán, los líderes saben que un 40% de la población de Cataluña, casi tres millones de personas, se siente catalana y española y que, por tanto, huye de la esquizofrenia pero no de su ideología conservadora o progresista. Y saben algo más: la clave del resultado está en el cinturón obrero de Barcelona, que si se moviliza puede arropar a Montilla y que si se queda en casa, como en tantas otras autonómicas, dará oxígeno a Mas. Todo está tan abierto que todo es posible en Cataluña.

José Luis Gómez.