Actualizado 05/10/2010 14:00

José Cavero.- El 72 por ciento de los jubilados ha cotizado 35 años o más.

MADRID 5 Oct. (OTR/PRESS) -

¿Jubilación más tardía, más años de cotización? El debate sobre la prolongación de la edad de jubilación de los 65 años actuales a 67 años, no ha hecho más que comenzar. Y tal vez por eso, la Seguridad Social incluye en su último Informe Económico-Financiero algunos datos desconocidos hasta ahora, al menos de forma oficial. Según ese documento que acompaña a los Presupuestos para el 2011 del sistema público de pensiones, nada menos que el 71,54 por ciento de los jubilados por el Régimen General -el más común- cobra su pensión después de haber cotizado durante 35 o más años. Como se sabe, 35 años es el número de años exigido para cobrar el 100 por ciento de la base reguladora, pero todos aquellos que hayan cotizado más años no perciben ningún beneficio adicional. La cifra, que se reproduce en El Confidencial, es extremadamente elevada si se compara con el régimen de autónomos, donde sólo el 34,46 por ciento de los trabajadores por cuenta propia se jubila después de haber cotizado durante 35 años.

En el caso del régimen de empleadas del hogar -escasamente representativo- el porcentaje baja hasta el 5,4 por ciento; mientras que, por el contrario, en el régimen de los trabajadores de la minería se dispara el 92,2. Incluyendo todos los regímenes, el 60 por ciento, de las pensiones de vigor se han reconocido con 35 o más años cotizados, lo que les da acceso a cobrar el 100 por ciento de la base reguladora, y entre las altas de 2009 el peso relativo es aún mayor, el 64,5 por ciento, lo que significa que al menos en estos momentos existen carreras laborales más largas, lo que alivia la tesorería de la Seguridad Social.

El dato del Ministerio de Trabajo es relevante porque se produce en unos momentos en que desde muchos sectores -también desde el propio Gobierno- se reclama prolongar la edad de jubilación dos años de forma escalonada. Y lo que dicen las estadísticas es que la contributividad del sistema (la relación entre lo que se cobra y lo que se percibe en el momento de la jubilación) es extraordinariamente elevada. Hasta el punto de que sólo el 7,2 por ciento de los pensionistas ha cotizado el periodo mínimo necesario (15 años), y entre las nuevas altas de 2009, sólo el 2,3 por ciento. Pese a este aumento de la contributividad del sistema (que se manifiesta al comparar las pensiones antiguas con las nuevas), lo cierto es que la Seguridad Social tiene un 'agujero' que está muy lejos de cerrarse. Un 'agujero' que nace de la política del Gobierno, que endosa a la Seguridad Social prestaciones que deberían financiarse con impuestos, tal y como establece el Pacto de Toledo. En particular en lo relacionado con los complementos de mínimos, que son aquellas cantidades que debe poner el Estado para poder financiar la cuantía mínima de las pensiones fijada por acuerdo del Consejo de Ministros.

Existe un acuerdo para que el Estado -y no la Seguridad Social- asuma totalmente el pago de los complementos de mínimos en 2013, pero lo que dicen las cifras oficiales es que en 2010 apenas se rozará el 39 por ciento. O lo que es lo mismo, los complementos de mínimos cuestan en estos momentos 6.972 millones de euros, pero el Gobierno sólo pone 2.706 millones. Un castizo diría que Moncloa tira con pólvora ajena cada vez que el presidente anuncia que las pensiones mínimas subirán por encima de la inflación. Esto significa que el Gobierno incumplirá un compromiso adquirido al firmar la renovación del Pacto de Toledo. Pero no sólo eso. En 2011, incluso, rebajará su contribución a la Seguridad Social. De los 300 millones de euros con que venía contribuyendo desde el año 2001, pasará a 100 millones, lo que supone un evidente incumplimiento del pacto de las pensiones. Como reconoce la propia Seguridad Social en su informe, "como consecuencia de las revalorizaciones de las pensiones mínimas en los últimos años, el gasto en complemento al mínimo ha pasado de representar el 6,01 por ciento del gasto total en pensiones en 2004 al 7,28 por ciento en agosto de 2010. De hecho, los pensionistas con complementos a mínimos, representa el 27,7 por ciento del total".

La mayoría de ellos con residencia en Extremadura y Andalucía. Esto quiere decir que pese al aumento de la contributividad del sistema, la política del Gobierno provoca que cada vez haya más pensionistas que perciben una cantidad para complementar su pensión. El Pacto de Toledo recomienda la separación y clarificación de las fuentes de financiación de la Seguridad Social, de forma que las cotizaciones vayan a pagar las prestaciones contributivas. Las pensiones mínimas se establecen anualmente y tienen como objeto garantizar un nivel de subsistencia a todas los pensionistas. Cuando la cuantía de la pensión reconocida no llega a la cifra fijada se paga un complemento hasta ese importe. Los complementos a mínimos no son consolidables y son incompatibles con la percepción por el pensionista de ingresos de trabajo, de capital, o de cualquier otra fuente, cuando la suma de todas las percepciones, excluida la pensión a complementar, excede de una determinada cuantía. Este tope máximo de ingresos se fija anualmente, y en 2011 se prevé sea de 6.923,90 euros al año para los pensionistas que no tengan cónyuge a cargo.

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