Actualizado 29/07/2010 14:00

José Cavero.- Cobo y Prada no recurrirán el "caso espías".

MADRID, 29 Jul. (OTR/PRESS) -

Primero se dijo que había sido decisión de la secretaria general Dolores de Cospedal. Horas más tarde, se aseguró que había sido el propio presidente del PP, Mariano Rajoy, quien había "convencido" a los "disidentes" Prada y Cobo de que renunciaran a presentar recurso al archivo del caso "espías" de la Comunidad de Madrid. Algún diario no duda en hablar de coacciones", al referirse a ese "convencimiento" que el partido ha ejercido sobre los dos discrepantes de la política de espionaje que insisten en que habría puesto en marcha y aplicado sistemáticamente contra ellos la presidenta del PP madrileño, Esperanza Aguirre, y de la que hay pruebas en los documentos de seguimiento entregadas a los jueces. Por cierto, que está dando mucho que hablar la actuación de la juez Valcarce, encargada de depurar este asunto, y que ha decidido archivarlo...

Lo más probable es que, en efecto, la "coacción" o el convencimiento hayan tenido un precio a cambio de renunciar a seguir tirando de ese hilo, que estaban convencidos de que llegaría a demostrar la implicación de la presidenta y sus "hombres más fieles" con dinero público. A cambio, lo más probable es que hayan recibido la promesa de seguir estando en las listas electorales del PP madrileño, de las que, precisamente, Esperanza Aguirre es responsable directa y "penúltima", porque la última palabra la tiene el propio Rajoy.

De manera que se ha terminado, por el ordeno y mando de Cospedal o Rajoy, el "caso Espías", que se sumaba a otras prácticas, como la trama Gürtel, que han venido repercutiendo en la rebaja de popularidad y eficacia de la "lideresa". Cobo y Prada actúan de este modo "en beneficio del PP", pero también en beneficio propio. Era muy difícil, para el alcalde Ruiz Gallardón, mantener su defensa a ultranza de su "vicelíder Cobo" en contra de la opinión de la presidenta Aguirre. Incluso en esta historia, se asegura que el vicealcalde se resistió durante días a la orden de la dirección del partido, convencido como estaba de que terminarían dándole toda la razón sobre esas actuaciones al margen de la legalidad. De hecho, la vía judicial sigue abierta, al mantener el recurso los socialistas. Pero ya ha dejado de haber el enfrentamiento visceral que se producía entre "peperos madrileños": Aguirre, Ignacio González y Granados, contra Cobo, Prada, y de paso, Ruiz Gallardón, que era la mayor preocupación interna en el principal partido de la Oposición, consciente de los elevados costes electorales que tienen las peleas internas, y que no desean ver repetido el espectáculo que ahora se desarrolla en el PSOE madrileño con la candidatura de Tomás Gómez a la Comunidad madrileña, posiblemente a la espera de que una remodelación del Gabinete permita que accedan a esa candidatura Trinidad Jiménez o Beatriz Corredor... O Tal vez Ruth Porta. La propia Esperanza Aguirre había dicho estos días sobre el caso socialista, que "de Tomás Gómez prefiero no hablar. Yo de otros partidos no hablo. Bastante tengo con el mío"...

En todo caso, ponen de relieve los observadores políticos que Mariano Rajoy cierra el curso con algunos casos cerrados, como este de Cobo y Prada, pero con algunos otros abiertos, como los que protagonizan Camps y Fabra, que dejará para septiembre. Sobre todo, cuando el equipo de Camps, según cuenta hoy mismo el diario Público, avisa que seguirá, incluso si es condenado. En concreto, el portavoz Rafael Blasco preconiza su continuidad "en cualquier circunstancia". Rajoy esperará a ver en qué terminan los procesos judiciales abiertos contra sus hombres en Valencia y en Castellón.

Por lo menos, un "caso" decae, aunque nunca se podrá reparar ni superar la desconfianza que Aguirre significa para los gallardonistas...

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