MADRID 14 Jun. (OTR/PRESS) -
Sorprendente, sin duda, ha sido la reacción de quien se esperaba que iba a ser uno de los apoyos más claros al proyecto del gobierno de reforma laboral, José Antonio Durán i Lleida. Tras conocerse la reacción contraria de sindicatos y patronal, -algo previsible, tras el frustrado intento de ambos de elaborar una reforma consensuada-, el portavoz de CiU en el Congreso de los Diputados, Josep Antoni Durán i Lleida, ha planteado la conveniencia de que el Gobierno aplace unos días la aprobación de la reforma laboral, prevista para el 16 de junio, para evitar que sea un "churro" que "no satisface a nadie". El dirigente de CiU ha propuesto esta posibilidad en una entrada realizada en su blog, en el que ha asegurado además sentirse "muy preocupado" tras la lectura de los 41 folios del texto que le ha remitido el Ejecutivo con las propuestas sobre la reforma laboral.
"Si tuviera que buscar una palabra para definir su contenido, lo resumiría diciendo que es un churro", ha afirmado Duran Lleida, quien ha reprochado además al Gobierno que el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, anunciara medidas que no aparecen en el documento, como sería la posibilidad de rebajar a 20 días la indemnización para empresas con seis meses de pérdidas. El dirigente de CiU, con el que el Ejecutivo está negociando para conseguir el apoyo de su grupo parlamentario a la reforma laboral, cree que las medidas previstas en el documento actual no consiguen lanzar un mensaje "inequívoco" de confianza a los mercados financieros que vigilan el comportamiento de la economía española. Además, se ha mostrado preocupado por tener que negociar la reforma laboral "contrarreloj" y "en poco más de 48 horas".
"No sé si sería mejor que el Gobierno aplace unos días la aprobación de la reforma a que se haga el día 16, pero acabe siendo un churro que no satisfaga a nadie. Quizás valdría la pena comenzar de cero para sacar un papel más coherente y más atractivo", ha afirmado en su blog. Por otra parte, ha advertido al Ejecutivo que, si finalmente CiU llega a un acuerdo para avalar la reforma, deberá quedar claro que se trata de una propuesta del Gobierno socialista, ya que "es el Gobierno el que se debe mojar, el que tiene un plus de responsabilidad". Duran Lleida teme que el Gobierno "espera que sean los grupos parlamentarios los que profundicen más en la reforma para sacarse las pulgas de encima y para adjudicarnos a otros las responsabilidades".
Entre tanto, el Gobierno ha empezado a negociar con los grupos parlamentarios el texto del decreto de reforma laboral que aprobará el miércoles el Consejo de Ministros, entre ellos con CiU, que esfuerza política clave porque su voto a favor asegura un respaldo holgado de la citada norma. José Luis Rodríguez Zapatero también ha intensificado en los últimos días los contactos con el presidente del PNV, Íñigo Urkullu, después de reconocer que no se había trabajado lo suficiente el apoyo de los nacionalistas vascos para las medidas sobre la reducción del déficit. Fuentes que cita la agencia Europa Press explican que Zapatero está actuando ahora de forma diferente, y en las últimas semanas ya ha mantenido contactos con el presidente del PNV para tratar de recomponer el apoyo de los nacionalistas vascos, con los ojos puestos no sólo en la reforma laboral, sino también en la negociación de los Presupuestos Generales del Estado.
Las dudas sobre lo que puede ocurrir con el voto de nacionalistas vascos y catalanes habría obligado a Zapatero a desplegar toda una estrategia de acercamiento al PNV y a su presidente. Además, el Ejecutivo está trabajándose los apoyos de otros grupos minoritarios. Cabe recordar que cuando se produjo la votación para apoyar el decreto del gobierno de recorte de gastos, sólo la abstención de CiU logró que salieran adelante, y que se aseguró entonces que el PNV había exigido, a cambio de dar su voto favorable, dar la seguridad de que se mantendrían las obras del AVE vasco, y no se vieran perjudicadas por los recortes de las obras públicas. En el País Vasco, entre tanto, los sindicatos nacionalistas han sido los primeros en convocar una huelga contra el proyecto de reforma laboral del Gobierno para el día 29, sin esperar su aprobación en el Congreso. En cambio, frente a CiU que exige cambios profundos, se insiste en que ERC parece próximo a dar su apoyo a la reforma laboral del Gobierno. También podría contar con el apoyo de Coalición Canaria. Y no parece probable que le apoyen IU e ICV.