Actualizado 19/10/2010 14:00

José Cavero.- José Blanco no descarta nuevos recortes en inversiones.

MADRID 19 Oct. (OTR/PRESS) -

Dice ABC que "a José Blanco le hubiera gustado ser ministro de Fomento. Pero el déficit, Bruselas y los forzosos ajustes no le están dejando, y que Blanco ya ejerce de ministro político: ha desempolvado su faceta como referencia del partido y gana peso como veleta económica del Gobierno. Lleva desde el año 2000 dictando el estribillo de las coplas socialistas y, no en vano, cada una de sus frases se convierte en consigna. ¿Sobre pensiones? "No reformar el sistema es dar vía libre a su deterioro". ¿Sobre la crisis? "No hay salida sin reformas, ni reformas sin costes". ¿Sobre las infraestructuras? "El ritmo de inversión pública actual es insostenible", sintetiza ABC, antes de ofrecer unas declaraciones del ministro en las que éste se declara "un agnóstico de las previsiones económicas. Lo que sí tengo claro es que no hay salida de la crisis económica sin reformas. Ni reformas sin costes. Ésa es la hoja de ruta del Gobierno: cumplir con los objetivos de déficit público y hacer las reformas necesarias para ello. Sólo ese camino nos llevará a la recuperación. No hay más opciones. Ni planes B".

Dice seguidamente que el Gobierno estaría dispuesto a subir los impuestos para corregir el déficit. "Cumplir con el objetivo de déficit es una decisión a la que el Gobierno no va a renunciar. Pase lo que pase. Y si para ello hay que tomar medidas que ahora no contemplamos, las tomaremos. Pero la realidad es que, hasta la fecha, la recaudación va por encima de las previsiones. No hay elementos para desconfiar. El problema de algunos es que creen que reformar es contestar a todo con vaguedades o un "no". Yo siempre digo que si la crisis se resolviera con lugares comunes y palabras vacías, Rajoy sería ya el Premio Nóbel de Economía.

Hace referencia, a continuación a que el Gobierno ha conseguido sacar adelante los Presupuestos de la mano del PNV y sin el PP. "Es una muy buena noticia para la economía española. Una vez más, un partido nacionalista ha demostrado más sentido de Estado que el Partido Popular. Ahora, lo que más necesita el país es aprobar unos Presupuestos que son imprescindibles para reducir el déficit público, fomentar la confianza y garantizar la protección social".

La situación siguientes es la pendiente reforma de las pensiones: "Yo siempre pongo un ejemplo: mi abuelo cobró la pensión durante cinco años. Sin embargo, mi padre lleva ya 21. Es evidente que tenemos que hacer algo. No podemos quedarnos de brazos cruzados y no asumir nuestra responsabilidad con las generaciones futuras. Soy consciente de que es muy complicado, pero no hacerlo es dejar vía libre al deterioro del sistema. Hace falta un pacto de Estado. Lo mejor sería hacerlo cuanto antes, pero no se puede hacer lo imposible. Intentaremos generar un amplio consenso porque un tema crucial como éste así lo requiere. Además, no podemos decidir en solitario porque no tenemos mayoría suficiente en las Cortes. El PP piensa más en las elecciones que en las pensiones. Y está haciendo un planteamiento muy irresponsable. Es lo que yo llamo la cuadratura del círculo: Rajoy quiere recaudar menos, gastar más y reducir el déficit. Y eso no es posible ni aunque se abrace a la Virgen de Lourdes. Simplemente es imposible. Sobra oportunismo y falta responsabilidad... Ya hemos subido las mínimas a más de tres millones de pensionistas, pero daríamos muy mala imagen al mundo si lo extendiéramos. Y, sinceramente, no creo que por ello se fuera a alcanzar el acuerdo. El PP no está por la labor. Se lo han jugado todo a la crisis y quieren cobrar su apuesta cuánto antes. ¡No vaya a ser que llegue la recuperación! Eso sería inversamente proporcional a sus objetivos electorales. Y si no es posible alcanzar un consenso amplio tendremos que buscar una mayoría suficiente que posibilite la reforma, aunque no sea tan amplia. Y si tampoco es posible esta mayoría, pues no se podrá asegurar el futuro de las pensiones. Y que cada cual responda de sus actos.

Se refiere seguidamente en la conversación a cuestiones de su Departamento como la quiebra de algunas carreteras radiales. "Bueno, éste es un problema heredado que surgió con las expropiaciones de los terrenos y al que ahora hay que añadir una mala planificación de los flujos de tráfico. El ejemplo más claro es la autopista entre Madrid y Toledo: tenía unas previsiones de 17.000 vehículos al día y la realidad es que casi no llegan ni los 2.000. Estamos intentando garantizar el equilibrio financiero mediante un diálogo múltiple con las empresas y Bruselas. Pero la verdad es que aún no tenemos la solución. El Estado tiene la última palabra. Pero mi intención no es, en absoluto, refundar la empresa nacional de autopistas. Sería desastroso, pero he de reconocer que es un riesgo que, por una mala planificación, está ahí. Está descartado sufragar el desfase con dinero público, porque aumentaría el déficit. No hay estimación concreta del agujero, pero desde luego requiere muchos recursos. España debe hacer una reflexión, a poder ser precedida de un debate racional y no demagógico o pasional, sobre si las infraestructuras deben pagarlas los usuarios o el conjunto de los ciudadanos vía impuestos. La realidad está clara. No podemos mantener el ritmo de inversión pública actual. Fue posible gracias a los fondos de cohesión. Pero eso ha llegado a su fin. Fomento invierte en la conservación de carreteras en torno a 1.200 millones de euros al año. El mantenimiento de cada kilómetro de alta velocidad cuesta 100.000 euros al año. Y eso si es una vía normal, si está en túnel asciende a 180.000 euros. Estamos hablando de mucho dinero. Y no es sostenible tal y como está planteado ahora. En todo caso no tengo previsto implantar ningún peaje en esta legislatura. Es un tema que debe insertarse en una estrategia global para asegurar las cuentas públicas".

Dice sobre la euroviñeta: "En lo sustancial, creo que conseguimos parar el golpe. Me explico. La postura de España estaba meridianamente clara: el actual contexto de crisis económica, que tanto ha afectado a nuestro sector del transporte, no es el más propicio para tomar una medida de estas características. Por eso mostramos nuestra oposición a la medida que, ciertamente, sigue adelante, pero muy rebajada. Lo importante, y eso es lo que quiero transmitir a los transportistas españoles, es que, tal y como me comprometí, en esta legislatura no se va a implantar la "euroviñeta" en España. Más aún, en la hipótesis de que se aprobara tal como está, que para eso queda todavía un largo trámite, tampoco va a ver la luz en un futuro próximo. Primero habría que transponer esa norma en España y no tengo ningún interés en hacerlo". Y sobre el conflicto con los controladores, dice Blanco: "En verano suscribimos un acuerdo, que cumpliré, muy positivo y esperamos seguir por este camino. Solo espero que nuestra predisposición se corresponda también con la suya. Finalmente responde a la cuestión "¿para cuándo el fin de la crisis?". "Cuando todas las reformas estén en marcha estaremos entre las economías que crecerán con más fuerza. Pero no hay que creer en los milagros económicos".

Últimas noticias sobre estos temas

Contenido patrocinado

Foto del autor

Victoria Lafora

¡Qué vergüenza!

Foto del autor

Carmen Tomás

Ellos se forraban y tú pagabas

Foto del autor

Fernando Jáuregui

Lo único que Sánchez no puede hacer es no hacer nada

Foto del autor

Antonio Casado

Memoria de Rubalcaba