Actualizado 29/04/2010 14:00

José Cavero.- De nuevo, el PP queda marginado.

MADRID 29 Abr. (OTR/PRESS) -

Cataluña, según han reconocido en los últimos años los dirigentes del PP nacional y local, sigue siendo asignatura pendiente para el principal partido de la Oposición. Y la sesión de hoy del Parlament de Cataluña cooperará un poco más en esa marginación o actitud singular del PP en Cataluña, cuando los restantes partidos, hasta el 88 por 100 de los parlamentarios, den su apoyo cerrado a los cuatro puntos acordados entre el tripartido y los convergentes, y que plantea la necesidad inexcusable y urgente de que el Tribunal Constitucional decida de una vez su propia renovación.

En realidad, los cuatro puntos del acuerdo que se somete a los diputados catalanes va incluso más allá, en su punto tercero, cuando el Parlamento "constata que después de cinco intentos fallidos de dictar sentencia, el TC no está en condiciones de ejercer las tareas que constitucionalmente tiene asignadas". Por lo cual, llega a la conclusión este punto de que el Parlamento catalán "promoverá todas las acciones a su alcance para lograr que el TC se declare incompetente". O lo que es lo mismo, que haga su propio hara-kiri y abandone la tarea a la que se viene dedicando, sin frutos positivos, en los últimos cuatro años...

La invitación del Parlament de Cataluña coincide con los esfuerzos que los magistrados están efectuando estos últimos días para salir del atasco en el que se encuentran, tras el fracaso registrado en el quinto intento de someter a votación un borrador de sentencia. Ahora, con un nuevo ponente, dos de los magistrados clave del debate, el ponente Guillermo Jiménez y el magistrado Manuel Aragón, parece que han avanzado considerablemente y así lo relata una crónica en las páginas de La Vanguardia. Según esta información, una vez sustituida la anterior ponente, Elisa Pérez Vera, la confección del nuevo proyecto de sentencia presenta pocas complicaciones. Dice el cronista que "sólo hay que coger los textos defendidos durante tres años y medio por el magistrado Manuel Aragón y por el vicepresidente Guillermo Jiménez, el nuevo ponente, y componer un nuevo proyecto".

Y eso es, precisamente, lo que ha ocurrido en los últimos días. De modo que Jiménez y Aragón tienen ya prácticamente listo su nuevo proyecto de fallo y se sospecha que pedirán de inmediato la convocatoria de un nuevo pleno para analizar y, en su caso votar, el texto, en un brevísimo plazo. En la misma crónica se añade que otras fuentes estiman que si bien el texto está ya elaborado sus autores quieren seguir sondeando a los restantes magistrados para tratar de obtener el mayor número de apoyos posibles a sus propuestas. Y ésa puede ser la gran sospecha y el gran miedo de ahora mismo: que el ponente, como anunciaba recientemente el diario El País, se haya encargado de elaborar un informe y un borrador de sentencia más severo y restrictivo que los anteriores y que, por consiguiente, el Estatut pudiera estar "al borde" de un recorte mucho más sustancial de lo que se previó en las deliberaciones anteriores. Por lo cual, las suspicacias de la clase política catalana pudieran estar "al rojo vivo" y más urgidas que nunca para reclamar que el Tribunal Constitucional declare su propia incompetencia para sentenciar el texto que examina desde hace cuatro años...

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