MADRID 26 Ago. (OTR/PRESS) -
La reforma laboral pasa por su trámite en el Senado, donde la Comisión de Trabajo debe debatir las enmiendas presentadas, como la que propone el PSOE de sancionar y retirar la prestación a los parados que rechacen ofertas de empleo y formación en un plazo de 30 días. Después de que el martes los sindicatos acusasen al Gobierno de buscar fórmulas para maquillar los datos del paro, la reforma laboral del Ejecutivo afronta ahora este nuevo reto en el Senado. A cada paso que ha dado la reforma laboral, el despido objetivo y las causas que lo motivan han acaparado el protagonismo.
En el debate y votación sobre la reforma, el PSOE pretende evitarlo. No quiere que se modifique la redacción que ya salió del Congreso y que contemplaba como causas de despido objetivo (el más barato contempla 20 días por año trabajado) las pérdidas "actuales o previstas, o la disminución persistente del nivel de ingresos". El PSOE matiza la sanción a los parados que no acepten cursos Para lograr su propósito, fuentes del grupo parlamentario socialista explican que esperan contar con el apoyo del PNV, grupo con el que se pactó esta redacción en el Congreso de los Diputados. Confían en que los nacionalistas vascos no escuchen los cantos de sirena de CiU.
El grupo catalán ha presentado varias enmiendas para modificar las causas del despido objetivo. En una pide un cambio muy sutil para que las empresas puedan demostrar ante la justicia los motivos objetivos del despido. Donde el texto actual habla de "la razonabilidad de la decisión", pide CiU que diga "suficientes indicios razonables", matiz que facilita estos despidos. En la otra, que los sindicatos y los empresarios puedan pactar nuevos motivos en los convenios colectivos. Lo previsible es que la reforma laboral pase este trámite en la Cámara alta (ya que la Comisión tiene competencia legislativa plena) con los votos del PSOE y Entesa Catalana de Progrés (PSC), con la abstención de CiU y PNV y el voto en contra del PP.
El acto final llegaría el próximo 9 de septiembre en el Congreso. La enmienda "estrella" no hace referencia a las ofertas de empleo, cuyo rechazo es objeto de sanción desde la primera negativa y sin que medie un periodo de carencia, como recordaron fuentes del Ministerio de Trabajo. El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, cree que tras esta enmienda "se intuye" que el Gobierno está buscando "alguna fórmula de maquillar las cifras del paro" y criticó que se trate de criminalizar a los desempleados, que nunca lo son por voluntad. La citada enmienda previsiblemente saldrá adelante con el apoyo de CiU en el Senado, donde también se votarán las propuestas de veto de ERC e ICV y las 289 enmiendas presentadas por todos los grupos al proyecto de ley.
Los sindicatos aplaudieron el veto de los grupos de izquierdas y aseguraron que ahora hay más razones para ir a la huelga general del 29 de septiembre, ya que "el ataque a los parados" se suma a las facilidades para despedir introducidas en el Congreso, asunto sobre el que previsiblemente no habrá cambios en el Senado. Junto con la limitación del periodo para que los parados puedan evitar cursos de formación sin perder el subsidio por desempleo, los socialistas esperan sacar adelante otras de sus enmiendas, para lo que "siguen abiertos al diálogo", según la senadora Carmela Silva. Entre esas enmiendas, destacó, por su "profundo carácter social", la que obliga a pagar en dinero a las trabajadoras del hogar el salario mínimo interprofesional (633 euros) o la que compromete una revisión en el plazo de un año de las condiciones laborales de los discapacitados.
También hizo hincapié en la que permitirá alargar los contratos de obra y servicio durante más de tres años para los proyectos de investigación, una reclamación del ámbito universitario y científico, dijo. Asimismo, criticó la actitud del PP, al que acusó de no haber aportado "nada de nada" a la tramitación en el Senado de la reforma laboral, al haber presentado 79 enmiendas "sin contenido, y que sólo añaden mejoras técnicas". Le respondieron las senadoras populares Araceli Peris y Dorinda García, quienes insistieron en que la reforma laboral del Gobierno socialista es la reforma del despido. En cuanto al PNV decidirá en las próximas horas el sentido de su voto.
La formación nacionalista, que tiene previsto abstenerse en la votación del dictamen final, ha señalado que el PSOE sólo está dispuesto a modificar "temas muy colaterales" del texto aprobado en el Congreso. El senador del PNV Joseba Zubía ha dicho temer que en la ponencia no habrá "ninguna novedad especial". Por ello, ha señalado, quedará "todo pendiente" de la Comisión, en la que se debatirán 289 enmiendas y dos vetos. Según ha apuntado, estos últimos no tienen posibilidad de "prosperar", mientras que, en relación a las enmiendas, "las mayorías estarán muy ajustadas".
Zubía ha manifestado que su partido no ha decidido aún su voto en las diferentes enmiendas, una decisión que "no va a ser fácil" en el caso de algunas de las enmiendas en las que "coinciden prácticamente" el PP y CiU, y en las que la postura del PNV será "decisiva". No obstante, ha reconocido que se trata de una modificación "temporal" porque "el día 9 de septiembre van a volver al Congreso", donde "es seguro que sean rechazadas" al contar el PSOE con los respaldos necesarios para hacerlo. Por ello, a su entender, es preciso no "crear falsos debates o expectativas".
El senador Zubía asegura que "las mayorías estarán muy ajustadas" y que la decisión "no será fácil". En cualquier caso, desde el PNV se pide que no se creen falsas expectativas porque ha reconocido que se trata de una modificación "temporal" y que "el día 9 de septiembre van a volver al Congreso", donde "es seguro que sean rechazadas" al contar el PSOE con los respaldos necesarios para hacerlo. Otro punto que CiU ha convertido en caballo de batalla radica en la modificación de las condiciones laborales, que atañen a cambios sobre horarios, turnos, traslados, y las cláusulas de descuelgue salarial. CiU quiere que, en caso de que no haya acuerdo, al final prime la decisión empresarial. En las enmiendas transaccionales que el PSOE presentó a los demás grupos parlamentarios no se recoge ninguna de las exigencias del grupo catalán. "Sería bascular la reforma del lado patronal", explicaban parlamentarios socialistas.
La modificación más relevante que saldrá adelante es la reducción de 100 a 30 días del periodo de gracia concedido a los parados para que acepten cursos de formación cuando comienzan a cobrar la prestación. PSOE, CiU y PNV apoyarán, previsiblemente, esta enmienda. Otro punto importante que se aprobará con seguridad será la propuesta socialista de que las empleadas de hogar (y el resto de trabajadores que pueden cobrar parte de su salario en especie) cobren al menos en metálico el salario mínimo interprofesional (633,3 euros mensuales). Los últimos calores de agosto ayudan a la maduración acelerada de una reforma contra reloj...