Actualizado 14/05/2008 02:00

Julia Navarro.- Escaño Cero: 'Los límites'

MADRID 14 May. (OTR/PRESS) -

Todos los ciudadanos tenemos derecho a preservar nuestra intimidad, y sin duda algunos programas televisivos del corazón provocan nauseas. En algunos de éstos programas se han traspasado todos los límites, aunque sé que algunos dirán que hay famosos que se prestan a ése tipo de shows, previo pago, claro ésta. Pero vaya por delante que personalmente abomino de esos programas.

Dicho ésto el caso Telma Ortiz tiene poco que ver con esos excesos nauseabundos de algunos programas del corazón. Digo que tiene que ver poco poco por no decir que no tiene que ver nada. En éste país nuestro, hasta el momento, el tratamiento de los medios a la Familia Real y aledaños, viene siendo correcto y cortesano. Nunca se dice una palabra de más. Y Telma Ortiz, que sin duda aparece en los medios muy a su pesar, también se ha beneficiado de ese tratamiento singular. Naturalmente ella puede alegar que lo que pretende es sencillamente que no se hable de ella, que no se la fotografía, que no quiere que hablen ni bien ni mal, sino que le dejen en paz porque es una ciudadana de a pie.

Pero el caso es que es la cuñada del previsiblemente futuro Rey de España puesto que su hermana Leticia se ha casado con el heredero de la Corona. Y ese es el quid de la cuestión,que por mucho que Telma Ortiz se resista, se ha convertido en una persona con interés para los medios y para los ciudadanos. Pero es mas, Telma Ortiz ya ha aparecido en los medios, naturalmente cuando la ha convenido, y eso, si se me permite decirlo, irrita. O sea que pretender salir en los medios el día y el momento en que le parece bien no puede estar acompañado con la petición de que la Justicia impida que la saquen cuando a ella no la conviene.

Si a Telma Ortiz se la estuviera maltratando informativamente por ser quién es,yo rompería una lanza en su favor. Si alguien se dedicara a investigarla, a acechar en su pasado, o en su más estricta intimidad, seríamos muchos los que saldríamos en tromba a defenderla. Pero la cuetsión no es esa, la cuestión es que le molesta que haya fotografos en la puerta de su casa con la intención de hacerla una sosa fotografia cuando sale a pasear, a trabajar, o adonde quiera que vaya. Que hay fotografos sin escrupulos que no respetan una distancia prudencial para que ella no se sienta acosada, pues seguramente, pero hasta el momento todos los reportajes que se han publicado de ella han sido almibarados, y sin ninguna transcendencia más allá de mostrar a los lectores o televidentes como es la hermana de la princesa de Asturias.

En ningún medio se la ha insultado, denigrado, maltratado, ni se ha buceado en su intimidad, ni se ha buscado aspectos negativos para perjudicarle o fastidiarla a ella o a su hermana. Sin duda, convertirse en una persona con interes para el público es una pesadez, pero de ahí ha solicitar que la Justicia dictamine que no se la puede fotografiar ni hablar de ella excepto cuando ella quiera, es sencillamente una barbaridad.

Teniendo en cuenta los antecedentes periodísticos en su familia, alguien le debería de haber explicado que si sale de casa dice buenos dias a los fotografos y continua andando sin ocultarse la cara, salir corriendo, o taparse con sombrero y gafas, a los pocos días los fotografos dejaran de hacer guardia en su puerta, porque a fuerza de repetir una foto tan sosa dejara de ser noticia. Ya sé que lo que argumenta es que no tiene por qué dejarse fotografiar, pero la realidad es que por mas que le pese, es hermana de la princesa de Asturias, y eso le implica alguna incomodidad menor pero seguramente también algunas ventajas.

El caso de Telma Ortiz no tiene nada que ver con el de otros famosos que han sufrido una persecución implacable y han visto como unos aprendices de brujo que se dicen periodista hayan entrado a saco en sus vidas privadas, y soportado que les hayan investigado buscando puntos negros, y que les hayan denigrado hasta triturarles.

Naturalmente que tiene que hay una frontera nitida entre el derecho a la información y el derecho a la intimidad, y todos sabemos lo que significa violar ese derecho a la intimidad y a la propia imagen y natualmente en mi opinión es un derecho a proteger y cada vez más. Nadie tiene derecho a violar la intimidad de nadie por el hecho de que sea conocido o famoso, pero marquemos los límites entre lo que es hacer una foto a la puerta de casa o lo que es de verdad violar la privacidad.

Pero insisto: Telma Ortiz ha tenido hasta el momento un trato amable por parte de los medios, y no se quién le ha aconsejado, pero el que lo haya hecho, se ha equivocado. No solo la está convirtiendo en un personaje antipático para muchos periodistas, sino también para mucha gente de a pie, y de paso, esa antipatia la pueden extender hacia su hermana y su Real familia. En mi opinión en el caso de Telma Ortiz no hay caso, pero habrá que esperar a ver que dice la juez.

Julia Navarro.

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