Actualizado 26/01/2010 13:01

Rafael Torres.- Al margen.- Luces encendidas, mentes apagadas.

MADRID 26 Ene. (OTR/PRESS) -

Cuando no hay debate profundo y sereno, hay bronca, y el asunto de las nucleares y sus detritus indesmayables y peligrosísimos no iba a sustraerse a esa inclinación patria por la bronca superficial, sino antes al contrario. Además, habiendo dinero y alcaldes por medio, la bronca ya no se circunscribe a detractores y partidarios de lo nuclear, sus honras y sus pompas, sino que se dirime en un todos contra todos en el que, como es habitual, los partidos marcan la pauta de lo incongruente. El gobierno, por su parte, atiza el fuego prometiendo el oro y el moro a las aldeas que se dejen convertir en basurales, y se frota las manos ante uno de los efectos del guirigay que más conviene a sus intereses electorales, el del agrio forcejeo en las alturas del PP entre Arenas y Cospedal a cuenta de lo de Yebra.

Las centrales nucleares producen una energía bestial para satisfacer un consumo eléctrico bestial. Es decir; irracional. Sólo para alimentar las luces que dejamos encendidas estúpidamente por la noche se necesita la producción de unas cuantas de esas centrales, con cuyas excrecencias, luego, no sabemos qué hacer. Con la mitad de la población y no digamos de industria, España llega a consumir el doble de electricidad que Alemania, pero en vez de considerar la conveniencia de acabar de una vez con ese derroche en un debate serio y abierto que persiga el bien general de la nación y de las generaciones futuras, dejamos a los alcaldes que decidan sobre el único dilema que ellos ven: pillar o no pillar la millonada que se les ofrece por convertir en cementerio de residuos eternos su término municipal. Los alcaldes, claro, y quienes participan de su híspida y dineraria visión de las cosas, como si la resurrección del campo, de los pueblos, pudiera llegar de la mano de la miserabilización de sus tierras. Pan para hoy y hambre para mañana, aunque, eso sí, con todas las luces fungiendo insultantemente en la noche.

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