Actualizado 08/05/2014 12:00

Victoria Lafora.- Magdalena debe irse

MADRID 8 May. (OTR/PRESS) -

El apoyo que la Audiencia de Sevilla a la juez Alaya, considerando que esta vez sí está bien justificado su auto de imputación contra Magdalena Álvarez, exministra, consejera de la Junta de Andalucía y vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones, es tajante. Los jueces apoyan los indicios de malversación y prevaricación apuntados por Alaya y tal medida pone a Álvarez en el disparadero de dejar su cargo en el BEI.

Lo debe hacer porque una cosa es la presunción de inocencia ante la Justicia y otra muy diferente la necesidad de dar ejemplo ético que tiene la clase política; algo de lo que parece haberse olvidado.

Otra cosa es la rapidez con la que el Gobierno de Mariano Rajoy ha enviado un mensaje a la imputada para recordarle que su permanencia en el cargo depende también del ejecutivo de Rajoy y que vaya preparando las maletas. Cuesta pensar que el comportamiento de Guindos hubiera sido el mismo de ser un compañero de partido el imputado. Pero ya se sabe que cuando el comportamiento dudoso es de los propios carece de importancia y cuando es de los oponentes se convierte en vergüenza nacional.

Es cierto que la imputación es gravísima porque la Audiencia viene a confirmar que desde su consejería en el Junta se diseñó un sistema para propiciar y perpetuar el fraude en los ERE desde 2001 a 2010. Por eso la propia institución europea ha abierto un procedimiento para analizar la situación de su actual vicepresidenta dentro del cumplimiento de su código de conducta. Algo que a los dirigentes españoles le debe sonar a chino -¿Código de conducta, qué es eso?- pero que en Europa te cuesta el cargo solo por plagiar una tesis doctoral.

Luis de Guindos ha recordado la importancia del BEI en la financiación española y ha dicho en los pasillos del Congreso que hace "una apelación a la responsabilidad". Lo que no deja de resultar insólito en un miembro de un Gobierno, respaldado por un partido político al que la investigación policial acusa de financiarse con dinero negro.

Pero estamos en campaña electoral y todo vale para restar votos a los oponentes.

Por eso, antes de que el Banco Europeo de Inversiones le quite el cargo a instancias del Gobierno español o de su propio código ético, Magdalena Álvarez debe marcharse porque bastante tiene con defenderse de las graves acusaciones que pesan sobre su gestión.

Porque, los magistrados de la Audiencia de Sevilla, que ya han instado a la juez Alaya a poner punto y final a su dilatadísima instrucción, recalcan en su pronunciamiento que la exconsejera pudo tener responsabilidad penal en el diseño del sistema de pago instaurado para el fondo de los ERE, rechazado de plano por la Intervención General del Estado.

También es cierto que la juez Mercedes Alaya debe acabar su instrucción y pasar el sumario al Supremo de forma inmediata para que su buen hacer en la persecución exhaustiva de las pruebas necesarias para sustentar su acusación no quede desvirtuada por acusaciones de excesivo protagonismo.

Contenido patrocinado

Foto del autor

Antonio Pérez Henares

Y el volcán de mierda reventó

Foto del autor

Rafael Torres

El dinero que le sobra a la banca

Foto del autor

Luis Del Val

Toda agonía es patética

Foto del autor

Antonio Casado

Extremadura: las claves