Actualizado 31/03/2017 07:24

Colombia rubrica la paz con las FARC por segunda vez

El acuerdo de paz cuenta con la oposición de Pastrana y Uribe y el aplauso de los alcaldes de las zonas más afectadas por la guerrilla

MADRID, 24 Nov. (OTR/PRESS) -

El segundo acuerdo de paz entre el Gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) será rubricado en la jornada del jueves. A pesar de que se mantiene la controversia sobre diferentes términos del documento, en esta ocasión no será refrendado por el pueblo en un plebiscito sino que será el Congreso el que selle el acuerdo de paz.

El anterior documento, firmado ante los dirigentes de medio mundo y de Naciones Unidas, fue rechazado por el pueblo colombiano en el referéndum celebrado el pasado 2 de octubre. Tras la mala experiencia, el presidente del país Juan Manuel Santos ha decidido que este segundo texto no sea sometido al escrutinio popular.

Representantes del 'no' han rechazado la última versión porque "no se hicieron muchos de los cambios sustantivos que se solicitaron y fueron determinantes para que el acuerdo inicial fuera rechazado por la mayoría de los colombianos en las urnas".

No obstante, y a pesar de que aún hay quienes mantienen el 'no' a este segundo acuerdo, los alcaldes de 21 municipios que se encuentran en las zonas más afectadas por la guerrilla apoyan el acuerdo con las FARC.

El presidente del Consejo de Estado de Colombia, Danilo Rojas, ha propuesto que el nuevo acuerdo con la guerrilla sea refrendado punto por punto en el Congreso, ya que considera que este análisis parlamentario "es mucho más viable" que otras formas de refrendación e implementación. Asegura, no obstante, que implicará "decisiones de carácter no sólo jurídico sino de carácter político".

No se sabe si finalmente Santos optará por este sistema o someterá el texto de manera global a la aprobación de la Cámara. Juan Manuel Santos recordó en la jornada del miércoles que no tenía obligación de someter a plebiscito el acuerdo sellado con las FARC el pasado mes de septiembre y que fue rechazado en octubre por la mayoría de los colombianos.

El 'no' al acuerdo obligó al Gobierno colombiano a incorporar al nuevo documento propuestas que antes no se recogían, lo que ha mejorado el texto, según el propio presidente del país, diferentes sectores de la población e incluso la Iglesia.

No obstante, el sector liderado por los expresidentes Álvaro Uribe y Andrés Pastrana, mantienen su postura contraria al documento, señalando que no ha habido las modificaciones sustanciales que requerían.

Para Santos, los acuerdos son siempre "imperfectos" al ser imposible contentar en su totalidad a todos los sectores implicados; más, si cabe, cuando se trata de sellar una guerra mantenida durante más de medio siglo y que se ha llevado a miles de muertos durante tantos años de enfrentamientos.

Sin embargo, el presidente ha reiterado que no se pueden volver a negociar algunos de los puntos, como "el derecho de los guerrilleros a participar en política", ya que "de eso trata el proceso de paz".

"Los guerrilleros de las FARC son los que se están sometiendo a nuestra constitución, a nuestras leyes, incluso están aceptando que sean los soldados, sus antiguos enemigos, los que los custodien", ha apuntado.

Asimismo, ha insistido en ponerlo en marcha "a la mayor brevedad posible" porque "el alto el fuego se está desmoronando". "Esto es lo peor que le puede pasar al país", ha advertido.

21 alcaldes de municipios en zonas veredales, de concentración de los guerrilleros de las FARC, apoyan el documento y están dispuestos a llevar a cabo la desmovilización y el abandono de las armas. Han expresado su apoyo al nuevo acuerdo de paz sellado hace diez días y que se firma en la jornada del jueves.

En un comunicado, los 21 mandatarios locales firmantes han manifestado su "apoyo y compromiso con el proceso de paz actualmente en desarrollo" y se han mostrado esperanzados y confiados de que "se trata de un pacto más completo, acorde a la diversidad de nuestro país y que servirá para la consolidación de una paz estable y duradera".

"Para nosotros y nuestras comunidades ha sido fundamental que tanto el Gobierno Nacional como las FARC hayan manifestado su compromiso con el mantenimiento del alto el fuego bilateral y definitivo", han señalado. No obstante, han recordado que "la situación sigue siendo frágil" y que "en cualquier momento se pueden presentar hechos que pongan en riesgo el alto el fuego", además de que en sus territorios sigue habiendo presencia de "otros grupos armados ilegales que se sostienen gracias a actividades ilícitas".

"La presencia de estos grupos, así como la demora en el comienzo de la implementación de un acuerdo final, incrementa las probabilidades de que algunos miembros de las FARC decidan no desmovilizarse y mantenerse en la ilegalidad, aumentando las posibilidades de la perpetuación de la violencia en nuestros municipios", han advertido.

"Tenemos la ilusión y el deseo de ser los primeros protagonistas de las nuevas páginas de la historia colombiana: las primeras administraciones locales encargadas de la transformación territorial del país y de dejar atrás los relatos de sangre y lágrimas que nos han caracterizado", han escrito.

Asimismo, se han mostrado "dispuestos" a enfrentarse a los desafíos y riesgos que supone que el desarme se lleve a cabo en sus territorios, pero han recordado que necesitarán el apoyo de fuerzas políticas y sociales.