Actualizado 19/01/2007 21:29

Crónica Internacional.- China muestra su fuerza probando sus misiles antisatélites

- El dísparo dió de lleno contra el objetivo, un satélite lanzado por Pekín, cuyos restos pueden acabar dañando satélites norteamericanos

PEKIN/MADRID, 19 Ene. (OTR/PRESS) -

Vuelve la 'Guerra de las Galaxias' con que los medios bautizaron el escudo espacial antimisiles concebido por Reagan en los ochenta, pero no desde el Pentágono sino desde Pekín. Una prueba de misiles del Gobierno chino ha puesto en alerta roja a Washington y su Consejo de Seguridad Nacional. El test tuvo lugar la semana pasada y consistió en el lanzamiento de un misil antisatélite que impactó contra uno de los aparatos que mantiene en el espacio Pekín. La prueba, realizada con éxito, no pasaría de pura anécdota si no fuera por dos hecho:, primero, supone toda una demostración de fuerza de China en la carrera espacial con Estados Unidos; y, segundo, los escombros espaciales que se desperdigaron por la órbita terrestre podrían causar daños en algún satélite de EE.UU.

La prueba antisatélites de Pekin es la primera de este tipo que se realiza en las dos últimas décadas, pero lo que más preocupa al Consejo de Seguridad estadounidense es que ha quedado en evidencia la debilidad de EE.UU. en este terreno y ante una hipotética carrera armamentística en el espacio. De hecho, el satélite chino que fue destruido estaba a más de 800 kilómetros de exosfera, una zona donde orbitan los satélites espía y los misiles espaciales de defensa norteamericanos.

"Estados Unidos cree que el desarrollo y las pruebas de China de esa clase de armamento es inconsistente con el espíritu de cooperación que ambos países aspiran a tener en el área civil espacial", subrayó a 'The Washington Post' el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional Gordon Johndroe. Junto a EE.UU. expresaron su "disgusto" Francia, Japón, Reino Unido, Australia y Canadá, y sólo Rusia restó credibilidad a los hechos y pidió que no se "exageren".

Sin embargo, en la embajada china en EE.UU. nadie poseía información de la prueba de misiles. Tampoco las autoridades militares de Pekín se pronunciaron sobre los hechos, según asegura el rotativo estadounidense. Además, las autoridades norteamericanas señalaron que uno de los problemas derivados de esta prueba de misiles es la "nube de escombros" que se derivó de la explosión del satélite, lo que podría dañar seriamente otros satélites en la misma órbita.

PROBLEMAS ESPACIALES

Según los analistas del Consejo de Seguridad Nacional de EE.UU. se calcula que flota en el espacio una nube de alrededor de 300.000 piezas del satélite destruido. Aunque algunos son diminutos, otros son del tamaño suficiente como para crearle problemas a una hipotética nave que parta de camino a la luna. De hecho, las últimas pruebas de este tipo de misiles tuvieron lugar en los 80, por parte de EE.UU. y la antigua URSS, porque se comprobó que la nube de escombros que se creaba con cada satélite destruido era demasiado problemática para ambos países, en plena carrera espacial.

Las tensiones entre China y EE.UU. a raíz de este acontecimiento se han incrementado. Pekín ha planteado más de una vez en las Naciones Unidas la posibilidad de organizar una conferencia internacional sobre una eventual carrera armamentística en el espacio, una posibilidad que muchos considerar inminente. Sin embargo, Estados Unidos alega que dicha carrera es inexistente, a pesar de que la Administración Bush actualizó el pasado otoño sus directrices políticas en el espacio que incrementan el derecho norteamericano de defenderse a sí mismo fuera de la tierra ante cualquier acto que considere hostil.