Publicado 24/12/2016 08:00

Andrés Aberasturi.- Ya está bien

MADRID, 24 Dic. (OTR/PRESS) -

Ignoro si por la boca muere el pez porque nunca he sido aficionado, pero sí estoy seguro de que en este siglo de luces y hemerotecas abiertas día y noche a un clic de distancia, los responsables políticos, los protagonistas de las cosas, esos que tienen una repercusión social y mediática, deberían meditar quizás medio minuto antes de hablar/escribir.

Es que suena muy raro cuando todos vivimos en el shock de uno de esos atentados salvajes de los yihadistas y similares -tanto da que sean en Europa como Siria- leer o escuchar opiniones que, se miren por donde se miren, tiene un cierto tufillo a convertir a las víctimas en verdugos -algo que ya conocemos por desgracia en España- o al menos a dejar en el aire la duda del clásico "algo habrán hecho" absolutamente inaceptable porque sólo hay dos especies: los que matan inocentes y los inocentes que mueren a manos de esos asesinos.

Por eso no valen medias tintas y aún recuerdo con vergüenza el silencio y las iglesias tantas veces cerradas para los funerales de las víctimas de ETA. Ahora el terror viene del islamismo radical y repasando -ya digo, sólo con hacer un clic con el ratón del ordenador- alguna cosas, aparece por ejemplo lo que dijo Miguel Urbán, de Podemos, tras los atentados de 2015 en París: "Hay muchísima gente que aquí -en Occidente- no tiene ninguna salida y yo creo que son elementos estructurales en donde hemos fallado. Se ha fallado también en estructurar a mucha gente que no ve otra salida, que es inmolarse". Pero inmolarse para matar a muchos inocentes que es un detalle que hubiera convenido añadir señor Urbán. Así que los occidentales somos responsables de las masacres. Bien.

Y Errejón (Podemos) reflexionaba tras el atentado en Berlín: "Mucha gente sufre un dolor sordo que acaba convirtiéndolo en la exportación de ese dolor". O sea, que nos lo tenemos merecido por lo que pasa en Siria. ¿Pero he hablado de "atentado"? Para los de Podemos esa palabra no existe y califican lo sucedido de "acontecimiento", triste, desde luego, y solidarios con las víctimas pero del "acontecimiento". Y ya está bien de jugar con las palabras o de afirmar que lo de Siria no es una guerra.

Porque así es muy difícil. Tan difícil que hasta un militar que fue importante, Julio Rodríguez, ex JEMAD y hoy en Podemos, asegura que "se está exacerbando la amenaza yihadista en Europa deliberadamente". Que se lo diga el general a las familias de las víctimas y a las policías que llevan ni se sabe cuántos atentados abortados y detenciones en media Europa. Hay que ser serios a la hora de decir estas cosas y pensar sobre todo en los que sufren.

Pero con todo lo que se pueda disentir de estas declaraciones, nos falta el invitado de honor, el gran Willy Toledo y su ya conocido delirio escatológico. Lo cito como anécdota porque es en lo que se ha convertido el actor. El caso es que el bueno de Toxo (CCOO) pedía "frenar la brutalidad y la represión en Alepo" asegurando que era "exigible una intervención de la comunidad internacional en Siria". Pues llega el gran Willy y contesta:" El Secretario General de Comisiones Obreras, Ignacio Fernández Toxo, no sólo asumiendo el discurso imperialista sobre Siria, sino también pidiendo abiertamente la intervención de la OTAN (él lo llama "occidente" que queda más chachi). Me voy a guardar los adjetivos sobre este trozo de mierda infecta. Vaya, no he podido"

Que cada cual juzgue lo que quiera.

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