Publicado 28/11/2025 08:00

Charo Zarzalejos.- En el ocaso

MADRID 28 Nov. (OTR/PRESS) -

El término ocaso es justo el contrario al término amanecer. El ocaso es el momento en el que el día comienza a decaer para dar paso a la noche. Justo lo contrario al término amanecer. Este momento nos anuncia la salida del sol, el comienzo de un nuevo. El ocaso es decadencia, bien física, bien de un ciclo. Estamos en esta segunda acepción, en el ocaso de un ciclo protagonizado, en el momento actual, por el Gobierno de coalición progresista bajo la presidencia de Pedro Sánchez.

No es necesario escribir alambicados artículos para que a nadie se le escape que la situación, además de de crear una extraordinaria fatiga en la mayor parte de la opinión pública, es para el Gobierno realmente patetica por mucho que, de manera un tanto impostada, traten de hacer creer que no están preocupados y nerviosos. Ni los más entusiastas pueden pensar que no ocurre nada que a lo largo de la legislatura no hayamos visto.

Y están ocurriendo muchas cosas. Demasiadas como para pensar que en la contumacia del Presidente del Gobierno para no dar un paso atrás y convocar elecciones hay un afán épico por aquello de que como son el Gobierno de la gente, tienen que salvar a la gente de los males que traerían los adversarios. Si tan convencidos estuvieran de ello, y precisamente para salvarnos de ese futuro, hace tiempo que hubieran abierto las urnas.

No lo ha hecho y es probable que ocurra lo que ocurra no tardaremos en escuchar eso de que hay legislatura para rato. Sin posibilidad de aprobar presupuestos, con la izquierda a la izquierda del PSOE hecha trizas y con los tribunales trabajando a destajo, con el núcleo duro del PSOE que hizo posible la llamada mayoría progresista atenazado por ilícitos muy graves, con una vicepresidenta que quiere sacar cabeza sin disimulo y sin prudencia, creo que dibujan de manera suficiente el ocaso de un ciclo cuyo veredicto final corresponde a las urnas.

Pedro Sánchez y con él el PSOE tienen que elegir entre vivir un largo ocaso que siempre es triste, o bien analizar con serenidad la situación y decidir si prefieren protagonizar un patético ocaso o dar un paso al frente para acabar con una situación, la actual, que les genera un profundo desgaste, les obliga a interpretar un optimismo un tanto infantil y, en esta estrategia de resistencia, a hablar sin la prudencia que las circunstancias aconsejan. ¿Alguien se cree que el PSOE está tranquilo, que se puede sentir seguro cuando el núcleo duro está cercado por los tribunales?.

La estrategia socialista es la de sonreír ante los desastres, pedir explicaciones a quienes no apoyan sus propuestas que con nadie negocian y, aunque es verdad que el Presidente revive ante cualquier desastre, cuando el ocaso asoma es que el día acaba.

Si el Presidente no lo ve, no lo entiende, la Oposición debería ahorrarse la petición de dimisión. Repetir una y mil veces el mismo mensaje es devaluar el mensaje. Ante el ocaso solo al Presidente le corresponde darse cuenta de ello.

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