Publicado 28/04/2019 08:01

Diario de una campaña muy larga.- Nunca más debe repetirse todo esto

MADRID, 28 Abr. (OTR/PRESS) -

Nunca más. Nunca más una campaña electoral sin promesas concretas, tangibles, de esas que, si no cumples, tienes que retirarte. Nunca más con esta normativa electoral, injusta, una antigualla, en la que aún se prohíbe la publicación de sondeos desde varios días antes de la jornada electoral. Nunca más los transfuguismos --es lo que son--, las mentiras. Casi me da igual --no, no me da igual-- quién gane o pierda, quién se alíe con quién, con tal de que el vencedor y aquel con quien logre formar Gobierno se comprometa de manera muy seria a propiciar esa regeneración política que, no hay más que ver cómo ha sido la campaña electoral, cada día es más precisa en España.

Espero que nunca más una campaña que simultanea un juicio contra presuntos golpistas y no lo digo, claro, porque los golpistas no tengan que ser juzgados: es, simplemente, que confío en que esta locura de 'procés' secesionista nunca jamás haya de repetirse porque ganen terreno la negociación y el entendimiento. Creo que no es imposible y sería de desear que todos, ganadores y perdedores, entiendan el mensaje que sin duda les van a enviar las urnas: no nos fiamos de ellos y tienen que comportarse de una manera completamente diferente a como lo han venido haciendo en los últimos años.

Las últimas horas, llenas de sondeos falsos que iban y venían como cohetes por las redes, en las que uno candidato se permitía proclamar, en la jornada de reflexión (otra antigualla) "espero que ganemos los buenos", han sido, por si hiciera falta, una nueva demostración de la podredumbre que nos anega en este secarral político en el que, por cierto, se hace casi de todo menos Política, así, con mayúscula.

Nunca más las dos Españas, fomentadas por una de las formaciones 'emergentes' que ha transgredido casi todas las reglas de la transparencia democrática, llegando incluso a vetar a medios de comunicación 'no amigos' la entrada a sus mítines. Y lo peor es que entre todos no solo hemos tolerado, sino incluso fomentado con dosis suplementarias de publicidad gratuita, a esta formación.

No quiero para mi país la sensación de tantos votantes no entusiastas --o sea, la mayoría-- acercándose a las urnas con la sensación de que el partido de sus favores puede acabar traicionándolos vendiéndose al mejor postor. Nunca más.

Digo 'nunca más' con la tristeza de recordar la manida frase del cínico --tan acertado-- Romanones: "En política, cuando digo jamás, quiero decir hasta esta misma tarde". Eso, nunca más. Ojalá supiésemos que votando acertadamente en esta jornada de domingo nuestra España se encaminaría hacia ese reformismo prudente pero constante y decidido que solo puede ser el fruto de un amplio pacto, jamás de la confrontación y la inquina. Yo, por si acaso, con la nariz tapada, voy a intentarlo. Mucha suerte.

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