Actualizado 19/01/2010 13:00

José Cavero.- Artur Mas, tercer intento.

MADRID 19 Ene. (OTR/PRESS) -

Iniciado el año y todavía con las primeras especulaciones acerca de la fecha probable de las elecciones autonómicas catalanas -siete de noviembre, dicen esas primeras aproximaciones-, los dirigentes políticos se han lanzado con sus primeras declaraciones electoralistas, y los partidos también empiezan a hacer oficiales los nombres de sus candidatos a "molts honorables" presidentes de la Genetralitat de Cataluña. No hay duda sobre quienes serán tales candidatos, pero la proclamación es imprescindible, dentro de la liturgia electoral. José Montilla, Artur Mas, Joan Puigcercós, Joan Saura, Alicia Sánchez Camacho son los casi seguros candidatos, salvo sorpresas...

Por ejemplo, arropado por unas encuestas cada vez más favorables, Artur Mas fue proclamado este domingo, por tercera vez consecutiva, candidato de Convergència i Unió (CiU) a la presidencia de la Generalitat en las elecciones previstas para otoño. "El cambio está en marcha. Y si no salimos, la culpa y la responsabilidad será exclusivamente nuestra", avisó Mas, ante un auditorio de 700 militantes, oteando el fin de la travesía del desierto.

De manera que la carrera electoral ya ha empezado en Cataluña y los sondeos dan, según admiten con humor los socialistas en un vídeo, a Mas como favorito. "El tripartito es una fórmula caduca, pero he dado instrucciones de que quiero una campaña en positivo", dijo Mas en el acto del monasterio de Sant Benet. Su socio, el democristiano Josep Antoni Duran i Lleida, constató que CiU sigue viva pese a quienes apuntaron su ocaso tras la retirada de Pujol e invitó a la militancia a no dejarse seducir por cantos soberanistas. Es evidente que CiU quiere sacarse la espina de los resultados de las elecciones anteriores. No tanto de los resultados, que CiU ganó, sino de los efectos últimos de esas elecciones, en las que los pactos poselectorales le quitaron el poder y el mando. De manera que Mas, como Rajoy, pugnan, en un tercer intento, por conseguir la presidencia de la Cataluña autonómica, previsiblemente con un Estatuto de Autonomía nuevo que se está haciendo esperar para desesperación de todos...

Artur Mas, en su reelección como candidato, con solo un voto contrario, reclamó la "invencible causa catalana", "la causa de la libertad y de la nación plena", a vez heredará el "reinado" de Jordi Pujol, pero imposibilitado de hacerlo por causa de los tripartitos de Maragall y Montilla. Ahora, Mas augura el final de esta durísima travesía del desierto de CiU, y proclama que busca una gran mayoría y no un gobierno hipotecado y débil. Pretenden Mas y CiU que 2010 sea, finalmente, el año del cambio, y que termine su tiempo de espera y de travesía del desierto. Sabe Mas que, a la tercera va la vencida, y que afronta su última oportunidad de ser president. Algo parecido a lo que pudiera ocurrirle a Rajoy; en ocasiones se hace realidad el refranero del "a la tercera va la vencida". No hay duda de que a uno y a otro, los años de oposición le han dejado profundas huellas. Han sido demasiados años de espera, y ya ha advertido a los suyos que "si esta vez no se logra el objetivo, esta vez la culpa será nuestra".

Los sondeos otorgan a CiU, de salida en esta campaña, una clara ventaja en intención de voto sobre su más directo rival, el PSC. Pero cualquier analista, a la vista de lo sucedido tras las dos elecciones autonómicas anteriores, deberá observar las posibilidades de CiU y las del PSC: ¿Quién o quiénes pueden ser sus compañeros de Gobierno? Es evidente que tanto PSC como CiU pudieran llegar a entendimientos con ERC e ICV. Más problemático pudiera ser el apoyo del PP, el partido que recurrió el Estatut y que no termina de aprobar su asignatura pendiente de "relación mejorable con los catalanes"...

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