Actualizado 26/02/2008 01:00

José Cavero.- La pausa mitinera del lunes

MADRID 26 Feb. (OTR/PRESS) -

Ante el debate televisivo de estos dos lunes del tiempo de campaña, los líderes se abstienen de salir a la ruta: es para ellos y para sus asesores, jornada de reflexión, ante las "oposiciones" televisiva. Saben que se juegan mucho. Tal vez las elecciones, dada la escasa diferencia, de dos o tres puntos posiblemente, que registran las encuestas de opinión. No hay duda, habrá debate tenso, desapacible en algunos momentos, pero con maneras aceptables e incluso cordiales.

Zapatero y Rajoy, como el resto de los españoles, han tenido noticia de la desagradable impresión que este domingo proporcionaba el jefe del estado francés, Sarkozy, cuando llamaba imbécil, o gilipollas, según los distintos traductores, a un ciudadano que no quiso darle la mano "para que no se la manchara". Incluso ante impertinencias como la del labriego, el jefe del Estado debió haber actuado con la cortesía que es propia, o debe serlo, en los altísimos dignatarios. ¿Se imaginan un exabrupto de esa categoría en labios de uno de los dos adversarios políticos? Habría quedado definitivamente incapacitado para la vida pública. Por fortuna, nuestra vida política suele estar alejada de comportamientos de esta naturaleza, y cuando se produce alguna incidencia, llega a las primeras páginas de los diarios. Es el caso de los cuatro episodios que han protagonizado María San Gil en Galicia, Dolors Nadal en Cataluña, y Rosa Díez y dos consejeros de Esperanza Aguirre en Madrid. Hubo, asimismo, una amenaza de bomba que impidió un mitin del alcalde de Alcorcón, y que pudo haber sido empleado por "la víctima", Tomás Gómez, pero los conservadores han tomado la iniciativa para acusar a éste de empleo de material público -un megáfono de la policía- para dar ese mitin que la amenaza falsa de bomba pretendía impedir.

Otros incidentes que se vienen produciendo durante esta campaña con los que protagonizan algunos funcionarios de Justicia, que "persiguen" a Zapatero o a Bermejo para hacer públicas o recordar sus reivindicaciones salariales. También tratan de aprovechar los mítines los afectados por la estafa de Forum y Afinsa, que aspiran a que algún partido, en particular el PP, se apiade de su desgracia y la palie de algún modo. O sea, con la promesa de alguna clase de subvención del Estado a los estafados. El PP, con esa fórmula, podría crear un precedente al que se incorporarían desde Ruiz Mateos a los estafados por Los Albertos en la valoración del terreno que hoy ocupan las Torres Kio... ¿Y por qué no los defraudados por las cotizaciones bursátiles en los días negros, o los que tampoco tuvieron suerte en el bingo, la lotería o los sorteos de la ONCE? La campaña electoral da muchísimo de sí, qué duda cabe. Hasta la reunión de más de diez millones -hasta trece, se ha estimado- en torno a unas pantallas de televisión que, como en los peores tiempos del monopolio, facilitan una misma señal y el mismo debate, que sólo rompieron las televisiones que dirigen dos italianos, Paolo Vasile y Maurizio Carlotti, Antena 3 y Tele5. Debate a tope, con escasas excepciones...

José Cavero.

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