Publicado 29/01/2019 08:00

Pedro Calvo Hernando.- Las dos guerras asombrosas

MADRID, 29 Ene. (OTR/PRESS) -

Son dos guerras que los españoles contemplamos asombrados: Venezuela y Podemos. Y el PP ahí enmedio, acusando a Pedro Sánchez de ser "el mejor aliado de la tiranía comunista de Venezuela". Y eso después de que precisamente Sánchez daba a Maduro ocho días de plazo, como la UE, para convocar elecciones y, si no, reconocían a Juan Guaidó. Pues el PP asegura que Sánchez llega tarde y llega mal y Guaidó ha agradecido a Sánchez su intervención. Estamos ante el colmo de la mentira sin disimulos y sin fundamentos. ¿Pero quién se puede creer esta hoja de cuentos, contradicciones y afirmaciones que causan risa a torrentes? Diría yo que nadie en su sano juicio. Pero a lo peor es otra cosa...

¿De modo que el presidente del Gobierno de España es el mejor aliado de la tiranía comunista de Venezuela? Aquí hay quien no sabe lo que se dice, o no entiende ni él mismo lo que dice, ni muchos de los demás quién o pueden entenderlo, o a muchos les importa un bledo lo que van a pensar los demás, o no sospechan lo que aquellos pueden llegar a pensar, o es que a lo peor son incapaces de pensar porque su sabiduría no les da para tanto. Dejo en libertad a los lectores para que piensen o crean lo que gusten.

Pero bueno, más en serio, ¿es que nadie es capaz de dirigirse al partido que acaba de pactar en Andalucía con la ultraderecha, quién sabe si poquito democrática, y recordarle que acusa falsamente a Sánchez de ser "aliado de la tiranía comunista" de Venezuela? Aquí alguien se ha vuelto loco y no me gusta señalar, y si me gustase, me aguantaría, porque yo no entiendo la disputa política como otros la entienden, afortunadamente para el grueso de la democracia española, que tendrá que irse liberando de esa casta que nos puede llevar a la perdición, por el camino que creen de rosas pero que en realidad es un camino infernal...

Pero en fin, los chicos de Podemos, por supuesto en otro tono mucho menos aguerrido y horroroso, tampoco han estado maravillosos estos fatídicos días. La que han organizado entre Errejón, Iglesias, Encinar y compañeros mártires es un poquitín de vergüenza si se les compara con lo que eran hace un lustro, cuando nacieron. Ellos solitos han emprendido la ruta de la perdición y a mí me gustaría que abandonasen esa ruta, aunque a lo peor ya es imposible que vuelvan a lo que eran por los meses de su nacimiento.

A veces hago la prueba de repasar uno por uno y una por una, a los-las más conocidos-as y caigo en la tentación de compararlos-las con lo que eran por aquel maravilloso entonces, entre los que reinaba el amor y la ilusión, como estos días vemos en imágenes de la época. Unas imágenes y unas palabras de belleza y talante incomparables, como nunca se había conocido en este país en la clase política. Ese partido, que no era un partido -qué era aquello del asalto a los cielos-, que no tenían derecho a haberlo malogrado como casi han hecho, espero que no sea por las ambiciones y egoismos que siempre movieron a los demás.

Es claro que para ese desempeño, más valía que desde un principio el conjunto de la izquierda, con inteligencia, hubiera buscado su unidad, El país, la izquierda, la política y la vida se hubieran ahorrado los disgustos y decepciones que nos han venido regalando desde lo del asalto a los cielos. Para ser todos iguales, no merecía la pena el esfuerzo. ¿Es que estáis en disposición de volver atrás y de reemprender aquel camino? Pues a ello...