MADRID 5 Nov. (OTR/PRESS) -
Intentar estar a la moda está bien siempre y cuando se utilice la cabeza y no la pasión. Tengo una amiga que en un arrebato -descubrió vía SMS que su marido le era infiel con una ejecutiva diez años más joven que ella-, se fue a pedir hora al instituto de belleza más próximo, con el fin de que la especialista le rellenase los labios, pues los tenía excesivamente finos. De nada sirvieron las protestas de la experta, sus razonamientos, ella soñaba con tener la misma boca que Scarlett Johansonn, y no atendía a razones.
Su sorpresa fue mayúscula cuando al llegar a casa, Pepe, su marido, pasó a su lado sin mirarla. Sólo una semana después le preguntó qué se había hecho en la boca. No se atrevió a contarle la verdad por miedo a que le dijera que estaba loca, porque lo cierto es que el relleno le dejó los labios sin apenas movilidad, resecos, con unos granulomas que diez años después todavía conserva porque la operación a la que tiene que someterse para que se los reduzcan, no garantiza el éxito.
El marido acabó pidiéndole el divorcio, no para irse con la ejecutiva, sino porque según le explicó no reconocía a la mujer con la que estaba viviendo desde hacía 20 años, más pendiente de la báscula, que de mantener a flote a la pareja. No es la primera ni será la última, que en su afán por buscar la perfección, pierde la autoestima y todo lo demás en su afán por lograr una perfección que sólo existe en nuestra imaginación.
Recuerdo otro caso, el de un cirujano que se negó en rotundo a ponerle tetas a una conocida. Ella se enfadó tanto que estuvo a punto de demandarle. Los razonamientos de él eran impecables: "Es cierto que tienes el pecho pequeño, pero eso es algo que se puede arreglar con un buen sujetador, en cambio si te operas parecerás una morcilla de Burgos. Tienes culo, tienes las piernas cortas y el pecho te resaltaría todo eso. Busca otro cirujano que te haga lo que quieres, yo desde luego no te lo aconsejaría, porque las modas son cambiantes, y lo que hoy se lleva mañana ha pasado a mejor vida".
Después de mucho despotricar se lo contó a su novio, que estuvo de acuerdo con el cirujano: a él le gustaba como era María no como pretendía ser. El tiempo le ha dado la razón, y ahora lo que se empieza a llevar es el pecho pequeño, de manera que son muchas las que vuelven a los cirujanos para pedir que se los reduzcan.
Lo sensato es hacerse pequeños retoques, o tratamientos específicos para cada problema, que dan una mayor naturalidad al rostro, al cuerpo, y así poder llegar a una edad avanzada -los 60 ó los 70-, sin haber pasado por el quirófano, pero en muy buen estado físico. Es más, son los propios profesionales los que desaconsejan la cirugía o los tratamientos agresivos que deforman a la mujer hasta hacerla irreconocible.
Quizá por eso hay actrices como Lola Herrera, Concha Velasco o Sofía Loren que prefieren envejecer con elegancia, cuidándose, haciendo ejercicio físico -con 30 minutos de caminata diaria es suficiente-, no fumando y comiendo alimentos sanos. La dieta Mediterránea sigue siendo según el cardiólogo Valentín Fuster la preferida y más eficaz según la mayoría de los dietistas, de los dietistas honestos y no de los cantamañanas que ofrecen perder kilos a cambio de poner en riesgo tu salud.