Actualizado 28/02/2010 13:00

Victoria Lafora.- Demasiados desmentidos

MADRID 28 Feb. (OTR/PRESS) -

De un tiempo a esta parte el Gobierno se está especializando en decir una cosa hoy y desmentirla mañana. Suelen ser secretarios de Estado o subsecretarios los que lanzan una propuesta que al día siguiente es fulminantemente desmentida por su ministro o incluso por el mismo Zapatero.

De momento no se ha dado el caso de que ninguno de los altos cargos puestos en evidencia haya presentado su dimisión. Parece claro que Carlos Ocaña no tuvo un desliz en su expresión cuando manifestó, lisa y llanamente, que no descartaba revisar el acuerdo sobre el salario de los funcionarios para lograr la contención en el capítulo de gasto en la Administración Pública. Otra cosa es que la falta de comunicación entre los diferentes ministerios, unida al hecho de que Zapatero despache por separado con menos de una docena de ministros de forma regular, lleve a estas descoordinaciones que dan la lamentable imagen de una permanente improvisación.

Pese a que Maria Teresa Fernández de la Vega intentó, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, forzar una sonrisa irónica cuando se le preguntó por posibles discrepancias entre ambas vicepresidentas, el tema de los sueldos de los funcionarios ha evidenciado falta de comunicación en las mas altas instancias del ejecutivo, calificándolo suavemente.

Y es verdaderamente una lastima que en la primera comparecencia de Salgado, tras reunirse con la oposición para lograr el ansiado pacto contra la crisis, el desmentido sobre la bajada del salario de los funcionarios ocupara mas titulares que lo ocurrido dentro de la sala. Salgado intentó, siguiendo la estrategia marcada desde Moncloa, dar una imagen de voluntad de acuerdo e incluso se atrevió a decir que no contemplaba la posibilidad de un fracaso. La salida intempestiva, displicente y en un tono mas que inapropiado de Montoro, acabó por marcar el uno a cero a favor del Gobierno. Pero todo se fue a pique por ese nuevo desmentido que se une a la larga lista de "donde dije digo, digo Diego".

Donde dije que no se iban a subir los impuestos, se subieron los impuestos; donde dije que solo afectarían a los que más ingresos tenían, sube en julio un IVA que pagamos todos; donde dije que se iban a cerrar las Web donde se piratea, no se cierran; donde dije que se iba a ampliar la base de cotización de quince a veinticinco años para calcular la pensión, no se amplía. Y así muchos digo y Diego más.

Por eso cuando José Antonio Alonso alega que no van a entrar ni a discutir la propuesta del PP de retrasar la subida del IVA prevista para julio, porque España perdería su credibilidad en Europa, suena a argumento insostenible. Sobre todo si desde la UE se advierte que esta subida afectaría al crecimiento. Por otro lado, tanto españoles como europeos, estamos ya tan acostumbrados a permanentes e innecesarios desmentidos que ya casi no queda hueco para la sorpresa.

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