MADRID, 4 Abr. (EDIZIONES/Portaltic) -
Google empleará un nuevo sistema, una nueva generación de modelos de inteligencia artificial, y empresas externas para verificar los estándares de su servicio de publicidad y solventar la crisis con YouTube por la que anunciantes han retirado sus campañas al localizar sus anuncios en vídeos con contenido ofensivo.
Esta medida llega con el objetivo de zanjar la polémica iniciada hace unas semanas por varias grandes empresas británicas que retiraron su publicidad de la plataforma de vídeo como protesta a la inclusión de publicidad en vídeos de terroristas de Estado Islámico o de miembros del Ku Klux Klan.
La plataforma de vídeo de Google ha comenzado a utilizar "una generación totalmente nueva de los últimos y mejores modelos de aprendizaje automático ('machine learning')", según el CBO de la compañía, Philipp Schindler en declaraciones a Bloomberg. Junto a estas herramientas y el empleo de más gente, la compañía ha detectado en las últimas dos semanas cinco veces más vídeos considerados como 'no seguros', o inhabilitados para la publicidad, de lo habitual.
Asimismo, y para tranquilizar a los anunciantes, Google ha introducido un sistema que permite a empresas terceras, comScore e Integral Ad Science, verificar los estándares de calidad de su publicidad en YouTube.
Además, la plataforma también ha actualizado su política de publicidad, en la que ha expandido la definición de contenido ofensivo. Se marcarán como potencialmente peligrosos o peyorativos los vídeos que contengan lenguaje que fomente estereotipos negativos sobre minorías o eventos históricos sensibles como el Holocausto.
A pesar de la gravedad del problema, Schindler ha subrayado que sólo uno de cada mil anuncios que se muestran en YouTube aparecen en vídeos considerados ofensivos.