MADRID, 8 Ene. (Portaltic) -
Hace poco nadie había escuchado hablar de Uber. A día de hoy es una de las startups más valoradas y polémicas. De hecho, en España no está operativa desde que el pasado 9 de diciembre un juez de lo mercantil ordenase el cese de sus actividades. Se trata de una aplicación con la que sus usuarios comparten coche en desplazamientos cortos haciendo competencia a los taxistas. Precisamente este gremio es el que más ha peleado porque no pueda operar en nuestro país. No sólo está prohibida en España, también en otra decena de países o regiones como Francia, la India o diferentes estados de EEUU.
Desde hace poco, a Uber le ha salido otro enemigo: Line. Hace unos meses la compañía japonesa Line Corp. ya adelantó sus intenciones de entrar en el negocio del alquiler de taxis. Ha sido este mes cuando ha decidido lanzarse de lleno pero en este caso, a diferencia de su competidor estadounidense, aliándose con los taxistas. Line Taxi nace pero no como una herramienta independiente. Se presenta como una característica extra de la aplicación de chat en la que los usuarios pueden pagar las carreras mediante la pasarela de pagos puesta en marcha recientemente.
Este nuevo servicio en un principio sólo va a estar disponible en Japón. Concretamente en las zonas metropolitanas de Tokio, con la intención de en pocos meses trasladarlo a todo el país. Para poder lograrlo, la compañía de los stickers se ha alineado con la empresa de taxis nipona Nihou Kotsu. En una primera etapa contarán con 3.340 vehículos equipados, con la idea de alcanzar los 23.000 cuando Line Taxi opere en todo Japón. Su funcionamiento es muy similar a otras aplicaciones como la citada Uber (la cual opera en Japón desde marzo de 2014) o Hailo. Los usuarios pueden solicitar un taxi usando el GPS de sus teléfonos.
Esta decisión entra en el nuevo marco empresarial de Line Corp. En los últimos meses han decidido diversificar sus actividades. La empresa nipona formó en diciembre una nueva venture orientada a la música llamada Line Music junto a las discográficas Avex Digital y Sony Music. Con esta unión tienen la intención de poner en marcha un servicio de suscripción para intentar competir con servicios muy implantados como Spotify.