Los causantes de un vertido en Nueva Zelanda pagarán 17,7 millones

Actualizado: martes, 2 octubre 2012 15:57


WELLINGTON, 2 Oct. (Reuters/EP) -

La empresa propietaria de un barco que chocó contra un arrecife junto a Nueva Zelanda hace un año, provocando el peor desastre medioambiental ocurrido en el país en las últimas décadas, ha llegado a un acuerdo por el que se compromete a pagar al Gobierno 27,6 millones de dólares neozelandeses (17,7 millones de euros).

El ministro de Transporte, Gerry Brownlee, ha afirmado este martes que el acuerdo evitará "unas acciones judiciales en las que habría que haber empleado tiempo y dinero sin ninguna garantía en cuanto al resultado".

Daina Shipping contribuirá a cubrir el coste que les ha supuesto a las autoridades el desastre causado por el barco 'Rena', que pesaba 47.230 toneladas y medía 236 metros de largo.

Aunque las autoridades ya han gastado 47 millones de dólares neozelandeses (más de 30 millones de euros) en las tareas de limpieza, de momento la ley solo obliga a la empresa a pagar 11,3 millones de dólares neozelandeses (7,2 millones de euros).

El barco se chocó a unos 20 kilómetros de distancia del puerto de Tauranga el pasado octubre, vertiendo unas 300 toneladas de combustible en el mar, causando la muerte de miles de aves y contaminando playas situadas hasta a 100 kilómetros del arrecife.

El capitán y el primer oficial del 'Rena', ambos filipinos, fueron condenados a siete meses de prisión el pasado mayo por manejar el barco de forma peligrosa, derramar sustancias tóxicas y alterar los documentos del barco. Ambos admitieron que tomaron atajos para asegurarse de que no llegaban tarde a Tauranga.

El buque se rompió en dos partes. La popa se desprendió del arrecife y los equipos de salvamento han estado cortando la proa, que aún está encallada.

Según el acuerdo, los propietarios del 'Rena' abonarán otros 10,4 millones de dólares neozelandeses (6,7 millones de euros) si solicitan permiso para dejar parte de los restos donde están y se lo conceden.

El pacto no afecta a las acusaciones presentadas en los tribunales contra los dueños del barco por el vertido de sustancias peligrosas, que puede conllevar una multa de hasta 600.000 dólares neozelandeses (más de 380.000 euros) más otros 10.000 (6.400) por cada día que se siga infringiendo la ley.