ZARAGOZA, 6 Abr. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), José Luis Alonso, señaló hoy, tras visitar la localidad zaragozana de Pina de Ebro junto al presidente del Gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias, que la zona inundada "aguas abajo de Zaragoza es similar a la del año 2003".
Alonso explicó en declaraciones a Europa Press que viajaron hasta Pina de Ebro con el objetivo de realizar "una evaluación de cómo estaba la situación aguas abajo de Zaragoza". "Cuando hemos llegado a Pina, sobre las 10,00 horas, estábamos en el punto más alto de la meseta y pensamos que sobre las 15,00 horas y las 16,00 horas empezará a bajar".
El presidente de la CHE destacó que no se produjeron "daños a las personas, ni en los núcleos urbanos ni en la ganadería, pero hay que destacar que la zona inundada aguas abajo de Zaragoza es similar a la del 2003, y los daños agrícolas son importantes".
José Luis Alonso comentó que el presidente aragonés anunció que "en cuanto se pueda entrar en los terrenos y en las infraestructuras agrarias dañadas" se valorarán los daños y existirá "un sistema de ayudas parecido a la de la riada del 2003 y que se canalizará a través de los ayuntamientos". Asimismo, subrayó la coordinación que ha existido entre las instituciones y "el papel de los ayuntamientos, que han estado colaborando con los técnicos de la Confederación".
El presidente de la CHE informó que a partir de la localidad de Gelsa el río "ya se encuentra bastante encajonado y no causa daños importantes", teniendo en cuenta que en este punto "estamos dentro de una de esas crestas y a lo largo de esta noche disminuirá, pero igualmente vamos a mantener los sistemas totalmente operativos por lo menos hasta mañana por la noche".
A partir de estos momentos, según Alonso, "ya se va a trabajar en actuaciones puntuales, estar en sobre aviso, y viendo cómo la avenida poco a poco va alejándose y se va dirigiendo hacia su lugar de destino, que es el embalse de Mequinenza".
Por último, el presidente de la Confederación recomendó que "la gente en los pueblos no se acerque al río, aunque sé que es un espectáculo, pero que lo vea de lejos y que no se le ocurra entrar al río a través de las motas que no están inundadas todavía porque aún así son inseguras", ya que "lo que no ha ocurrido hasta ahora no tengamos que lamentar una desgracia porque alguien se haya acercado más al río".
